El estado de conservación en el que se encuentran algunas iglesias rurales de Eivissa y Formentera obligó al Consell Insular a elaborar el Plànol de Situació de les Esglésies Rurals de les Pitiüses. Dentro de este plan, el templo de Santa Agnès de Corona ocupaba un lugar importante, debido al preocupante deterioro de algunos de sus elementos. Así, los servicios técnicos de la Conselleria de Cultura acaban de poner en marcha la reforma y rehabilitación de esta iglesia, proyecto que ha sido encargado al arquitecto Toni Marí Torres con un presupuesto inicial para la primera fase de 8.956.640 pesetas.
Esta primera fase fue encargada por el Consell Insular el pasado año y fue aprobada por la Comisión de Patrimonio el pasado mes de enero. La actuación se centrará en la consolidación y sustitución de los elementos estructurales de la sobrecubierta del altar y de los dos primeros arcos de la nave principal y la reposición de la cubierta de teja cerámica ya existente, ya que algunas piezas presentan roturas y otras han desaparecido.
Continuando con la línea establecida desde la Conselleria de Cultura, se procurará que dicha intervención sea «respetuosa» con la estructura del edificio religioso y, además, ayude a su conservación siguiendo «técnicas constructivas fruto de la tradición». Las patologías localizadas incluyen filtraciones y humedades provocadas por los problemas de recogida y evacuación de las aguas pluviales. Dicha humedad ha provocado la aparición de hongos en los muros y en sobrecubierta, realizada a partir de vigas tradicionales de sabina y pino que soportan la cubierta de tejas cerámicas árabes.
Los elementos de madera tienen, además, pérdidas de sección localizándose también fracturas, fisuras y putrefacciones provocadas por la humedad y la acción de insectos xilófagos. Finalizada esta primera fase, los técnicos acometerán la rehabilitación integral del templo, la cual aún debe asignarse y se llevará a cabo siguiendo las indicaciones incluidas en el estudio sobre el estado de las iglesias rurales obra del arquitecto Abraham Ariel. La financiación de esta intervención definitiva contará con la colaboración de la Dirección General de la Vivienda del Govern balear, que aportará un 65 por ciento del total.