Una estatua de Juan Pablo II, de cinco metros de altura, ha sido realizada por la escultora ibicenca Eva Riquelme, quien ayer entregó al Pontífice en el Vaticano un boceto de la misma trabajado en bronce como la original. El acto tuvo lugar en el Aula Pablo VI al término de la audiencia general de los miércoles. Juan Pablo II saludó a Eva Riquelme, de 33 años, quien durante meses ha estudiado los rasgos del Obispo de Roma para llevar a cabo la obra, que le fue encargada por la curia de Toronto con motivo de la XVII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en esa ciudad del 23 al 28 de julio próximos.
La estatua (la mayor sobre la figura del papa) ha sido ya enviada a Toronto y será descubierta durante las jornadas juveniles, que tiene previsto presidir Juan Pablo II. La escultora empleó dos meses para realizar la figura que representa a Juan Pablo II caminando y con la mano derecha saludando, mientras en la izquierda lleva una cruz. El Papa camina sobre un casquete esférico, que simboliza el mundo, y los pies del Pontífice se posan sobre Canadá.
La estatua ha sido trabajada en la fundición de arte Fracaro, de Vicenza (norte de Italia). Riquelme, que vive en Milán, expresó a EFE su satisfacción por ser elegida para representar «a alguien tan carismático como Juan Pablo II»