La consellera de Cultura, Fanny Tur, adjetivó ayer de «espectacular» el hallazgo en el Castillo de Eivissa de una habitación tapiada de la época islámica repleta de utensilios domésticos, armas, carbón y maderas y otros materiales de uso doméstico en la época. Para el arqueólogo Enrique Dies Cusí, coordinador de la excavación, «es uno de los descubrimientos más importantes que se han hecho hasta ahora, en el sentido de que tenemos un contexto completo de una época que nos permitirá saber cómo era la vida en la isla en el siglo XIII», explicó.
El hallazgo se ha producido en una de las catas del sector sur del Castillo, que busca delimitar el recinto defensivo del castillo Omeya y después almohade. «Era una cata bastante enigmática, porque teníamos una habitación sin excavar, pero a la altura del primer piso, entre dos torres ya localizadas de la época islámica; y cuando hay dos torres tan próximas, suele haber una puerta, que es lo que buscábamos». Pero lo que no esperaban los arqueólogos es que la puerta había sido tapiada desde el exterior y en su interior se habían depositado gran cantidad de materiales: «cerámicas, jarras, lamparas, flechas, armas...». «En algún momento se decidido cegar esta habitación de entrada al Castillo por el peligro que comportaba tener una puerta más abierta, y se quedó dentro todo lo que había en ella».
Para Dies Cusí, lo más importante de este hallazgo es que «nos proporciona una foto fija de cómo era la vida en una de las zonas más importantes de Eivissa en el siglo XIII». «Ha sido una suerte encontrar este lote de materiales, cuando normalmente nos tenemos que conformar con rellenos o zonas completamente vaciadas, que lo más que puedes hacer es la autopsia a la habitación». El análisis de los materiales hallados permitirá saber «la flora que rodeaba la isla, pues tenemos restos de madera; qué tipo de árboles había; qué cultivaban, y si han desaparecido esas especies. Asimismo, si encontramos restos de la fauna, podemos averiguar qué tipo de animales había... Es decir, tendremos la fotografía completa de la Eivissa de 1200».
Casi terminada la cata (solamente queda medio metro por excavar), el material hallado «está en el proceso de limpieza, inventario y consolidación, sobre todo de los hallazgos metálicos, que necesitan rápidamente esa consolidación, en caso contrario la degradación por oxidación sería muy rápida, pues hasta ahora el hierro ha estado protegido diez siglos por la tierra».