La discoteca Garbí acogerá a las 23,00 horas del sábado 13, dentro del programa «Un hivern en viu», que organiza el Ayuntamiento de Sant Josep y patrocina el Consell Insular, un concierto de Mikel Erentxun. «Será mi primera visita en solitario a la isla desde que grabé mi primer disco como solista, hace ya diez años », apuntó ayer a este periódico el ex cantante de Duncan Dhu, que recuerda perfectamente su primer concierto con el grupo en 1985 y en la discoteca Kiss. «Sí que me acuerdo, perfectamente. Era la primera vez que tocábamos fuera de nuestra ciudad, de Euskadi. Rompí una cuerda y no tenía repuesto. Tuve que improvisar una solución de paso. No lo olvidaré nunca, qué tiempos aquellos», evocó nostálgico, recordando también los conciertos que años después dio con su grupo en la discoteca Ku (hoy Privilege) y en un Sant Pepe's Rock.
Ha llovido mucho desde entonces, sí, pero parece que a pesar de sus 37 años, Erentxun no pierde la fe en su música. «Todavía sigo teniendo la inquietud e inocencia necesarias para crear música pop», preciso ante la pregunta de si se consideraba ya un músico estable. «Creo que después de diez años y cinco discos empiezo a tener una forma de hacer canciones muy definitoria. Nadie se va a sorprender con un disco mío, que puede ser mejor o peor, pero creo que ya he encontrado mi sonido y mi estilo. En ese sentido sí que hay ya una cierta estabilidad», explicó.
El concierto de Eivissa se centrará en «Ciudades de paso», su último disco, «pero como será mi presentación como solista en la isla, haré también temas de mis cuatro trabajos anteriores», afirmó Mikel Erentxun. En cuanto al contenido del álbum, reconoció los adjetivos de «sencillo» y «cálido» que ha apuntado la crítica. «Siempre he apostado por la emoción directa, pero de los cinco quizás éste es el más sencillo y menos pretencioso. Creo que he vuelto un poco a los orígenes de Duncan Dhu, cuando desnudábamos las canciones y las dejábamos en su mínima expresión, procurando meter la mínima instrumentación para conseguir la máxima emoción. En ese sentido, creo que 'Ciudades de paso' es mi disco más espartano, pero a la vez el más cálido de todo. Las guitarras acústica suenan más cálidas que nunca; he cantado las canciones en un tono más grave de lo habitual en mí, con lo cual creo que ganan bastante en profundidad», reconoció.