El fotógrafo mallorquín Sebastià Torrens ha regresado este fin de semana a Eivissa para impartir un nuevo curso de fotografía de naturaleza organizado por GEN-GOB Eivissa y en el que pretende «ir un paso más allá». Según explica Torrens, tras varios talleres fotográficos impartidos en la Isla había llegado el momento de «sobrepasar los conceptos básicos e intentar explicar otros aspectos de la fotografía de la naturaleza que no entran dentro de los cursos de iniciación».
Entre los puntos a los que se refiere el fotógrafo está el de la imagen en blanco y negro. «Es un tema que muchas veces cuesta un poco, porque tenemos el color muy metido en la cabeza, nos rodea, pero el blanco y negro aplicado a la naturaleza nos da muchas posibilidades», matiza Torrens, quien también aprovechará su estancia en Eivissa para hablar sobre la fotografía de paisaje en humedales y de la composición.
«Uno de los capítulos en el que voy a insistir es en el de la composición a la hora de tomar una fotografía. Es la parte más creativa y a mucha gente le cuesta entrar en ella, aunque también hay que decir que hay quien juega con ventaja porque tienen esa mirada compositiva de manera natural», repasa el fotógrafo.
El lado informático
Para los aficionados a la fotografía hay un aspecto que tiene mucha importancia debido al gran número de imágenes que almacenan en sus ordenadores, y es el del archivo de las mismas. Por este motivo, el taller de Torrens tiene añadido el ‘2.0' al nombre. «Hay un componente informático —reflexiona— que engloba el archivo digital, la organización, y hay mucha gente que no tiene sus archivos bien clasificados. El volumen de imágenes sube y se pierde mucho tiempo buscando».
Aunque ese componente informático no se refiere tan solo al archivo. Tal y como explica Torrens, en fotografía digital para llegar a una imagen en blanco y negro hay que hacerlo a partir del color y, para ello, «hay que transformar la imagen a través de programas específicos y buscar los resultados deseados».
Paciencia
Preguntado acerca de qué es más difícil de enseñar a los aficionados que se apuntan a los talleres que imparte, Torrens apunta hacia la paciencia. «Lo que le cuesta a la gente es entender o poner en práctica las particularidades que implican este tipo de fotografía, como la paciencia y la perseverancia, siempre hablando a nivel humano, el no invertir el tiempo necesario».
Al hablar específicamente de Eivissa como entorno en el que buscar objetivos a fotografiar, Torrens se muestra claro: «Hay una serie de lugares a los que voy a hacer fotos, como es Amunts, que es como una pequeña Serra de Tramontana y que considero uno de los tesoros paisajísticos y naturales de Eivissa». Pero no solo es Amunts, para el fotógrafo, otra zona son ses Salines, que, aunque están masificadas durante la temporada de verano, en otoño e invierno se convierten, junto con Cap d'es Falcó y sus alrededores, «en un lugar muy destacado y que aprecio mucho».