Bruno Preciado ya puede presumir de haber compartido cinco días de aprendizaje junto al prestigioso artista manchego Antonio López. Entre los pasados días 3 y 7, el joven pintor ibicenco, que actualmente estudia Bella Artes en Barcelona, fue uno de los treinta y cinco artistas de seis nacionalidades distintas que participó en el curso que López ofreció junto al también pintor Andrés García Ibáñez en el Museo Casa Ibáñez de Olula del Río, en Almería. Y la experiencia ha sido de lo más satisfactoria, como el mismo Preciado reconoce una vez finalizado el taller. Tanto que no dudaría en acudir a otro curso de López, si las circunstancias lo permiten.
Después de la inauguración, a la que acudieron diversas autoridades locales, los particpantes en el curso se pusieron manos a la obra ante sus lienzos. «Antonio López iba pasando mientras nosotros pintábamos, aunque al final lo de pintar era más bien una excusa para poder conversar y atender las explicaciones y los consejos de un artista como él». Porque el taller fue muy participativo y, así, cuando López analizaba la obra de alguno de los participantes el resto se acercaba para seguir las explicaciones. «Tuve la oportunidad de ver el trabajo de otros artistas, de aprender también de ellos porque el nivel era bastante alto», indica Preciado.
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