El destacado diseñador de moda Juanjo Oliva es una de la primeras apuestas de la periodista y relaciones públicas Clara Courel «para devolver el glamour que tuvo antaño» el Gran Hotel Montesol Ibiza Curio Collection by Hilton.
Por ello, ayer por la tarde ambos se dejaron caer por el hotel del paseo de Vara de Rey de la ciudad de Ibiza para presentar la nueva marca de ropa para hombre y mujer creada por el madrileño, llamada Oliva. Además, y aunque aún está pendiente de confirmación la fecha exacta y el cómo, los dos adelantaron que tienen previsto realizar un evento conjunto «probablemente en junio de este año».
En este sentido, Oliva, que comenzó su andadura en el mundo de la moda en el año 2000 y que presentó su primera colección en la antigua Pasarela Cibeles en 2004 aseguró estar «encantado» de presentar su marca en nuestra isla, a la que llegó a catalogar como uno de los destinos «más internacionales del mundo junto a Nueva York o Londres». «Siempre que pongo un pie en el aeropuerto de Ibiza me quedo prendado de la mezcla que hay en un lugar situado a tan sólo 45 minutos de Madrid y que tanto echo en falta en la capital de España», explicó durante su rueda de prensa.
Incluso, este diseñador que puede presumir de tener el premio T de Telva al mejor diseñador nacional, dos premios L'Oreal a la mejor colección de la Pasarela Cibeles o un premio de excelencia Marie-Claire Internacional al mejor diseñador novel, aseguró que su alegría «es doble» ya que lleva viniendo todos los veranos a la isla de forma ininterrumpida desde que tenía 18 años. Algo que según sus palabras le ha aportado mucho para ser lo que es y que ha influido en su particular manera de entender la moda, aportándole parte de su identidad creativa y sobre todo dándole «felicidad».
Con respecto a la marca Oliva, su creador aseguró que pretende «crear moda sin artificios, sin temporadas, sin géneros y sobre todo, con diseños que yo mismo me querría poner». En este sentido aseguró que es una colección con prendas autónomas «que huyen de la etiqueta de la temporalidad, del chico o chica o del verano e invierno», y sin género «porque me parece absurdo que en los tiempos que corren sigamos escandalizándonos de por qué un hombre lleva falda o una mujer esmoquin».