Planeta ha lanzado una serie de novelas para regalar especialmente en San Valentín. Como siempre, llego con retraso. Pero al saber de este fenómeno de Escocia no he podido dejar de escribir unas letras sobre él. Esta joven que a los trece ya escribía, a los diecinueve contaba con cuatro millones de lectores. Es verdad que la digitalización de la escritura ha sido crucial en la historia de esta niña, pero lo cierto es que gustó. ¿Por qué leerlo?, dice la publicidad. Porque es una historia de amor escrita por una pluma fresca que empatiza con los jóvenes. En fin, conseguir que los jóvenes se traguen cuatrocientas páginas de «pluma fresca» ya me parece un mérito inimaginable. Sólo puedo creerlo si pienso que en estas páginas encuentran lo mismo de lo que están rodeados. Que se ven reflejados en estas relaciones de amistad y de amor. Los mismos ambientes, las mismas hamburgueserías en las que quedan para pasar el rato y la misma –o muy parecida– forma de hablar. Algo que a mí me cansa al cabo de pocos minutos (la forma de hablar, quiero decir). Precisamente el domingo pasado leía una entrevista al catedrático Carlos García Gual en la que afirmaba que los jóvenes «pasan mucho tiempo con el móvil. No saben nada». Tal vez haya alguna excepción. Y si la hay, espero que no dedique su tiempo a leer Atrévete a enamorarte. Ya que no disponen de mucho tiempo, existen otros libros que hablan de amor, incluso de amor más allá de la muerte, como Cumbres borrascosas, que es una obra maestra. No deberían hacer el tonto con estas chorradas de chica está enamorada de chico, pero tras un trágico acontecimiento no sabe cómo acercarse a él. ¿Debería arriesgarse e intentar descubrir el placer de las pequeñas cosas con él? Ya sabemos que esto es más fácil de leer que cualquier página de las hermanas Brontë. Pero es tan insí- pido y ñoño –aunque actualizado– como las novelas que en nuestro tiempo escribía el olvidado José Luis Martín Vigil (Primer amor, primer dolor, La vida sale al encuentro, etc.).
La Biblioteca
¿Pluma fresca?
Neus Canyelles |