Ib-red ha pasado en pocos años de ser el “operador Wimax líder en Balears” a “la primera red 4G de ámbito rural”. Desde su nacimiento en 2007, esta empresa de servicios de telefonía e internet fundada en Pollença busca soluciones a los diferentes problemas de conectividad que hay en las Islas y cuenta ya con más de 10 mil clientes. El fundador y CEO es Alberto Navarro, un autodidacta que ha aprendido de telecomunicaciones, tecnología y física a pasos forzados, tan rápido como ha crecido la empresa.
Ante las dificultades de conexión a internet que había en Pollença justo cuando Navarro se trasladó a vivir a este pueblo de la Serra, manipuló el router wifi de su vecina para compartir la red. Esta misma idea fue la que lo inspiró por casualidad a hacer lo mismo para fincas: utilizar antenas (como las de televisión) para transportar internet. “Al momento en que lo transportas hasta donde no llega la línea convencional de teléfono, puedes ofrecer wifi a fincas rurales que antes no podían tener”, explica Navarro.
Ib-red es especialista en servicios de internet y teléfono fijo (todavía no para móviles, aunque es uno de sus próximos proyectos) a través de diferentes tecnologías (Wimax y 4G), y también ofrece fibra óptica en el Parc Bit y proyectos a medida para empresas. Para la compañía es motivo de orgullo que la instalación de los repetidores y las antenas sea propia, aunque reconocen que también supone una gran responsabilidad.
El primer paso de la empresa fue ofrecer internet a las fincas rurales de todas las Islas mediante la tecnología Wimax, y desde 2013 están implantando la tecnología 4G, que ofrece el mismo servicio pero con más velocidad. “Todas las tecnologías se basan en lo mismo: una antena emite una onda electromagnética pero en vez de enviar señales de televisión o teléfono móvil, nosotros la utilizamos para enviar servicios de internet fijo. Pero las antenas de los clientes de 4G tienen más ventajas para nosotros que las Wimax, y pensamos que vale la pena ofrecer un mejor servicio al mismo precio que la tecnología anterior, y entonces cogimos la tecnología 4G, que se suele utilizar para móviles, y la adaptamos a la banda ancha fija”, explica Navarro. Para implantar esta red han llevado a cabo una inversión de 1,5 millones de euros y necesita mantenimiento por valor de 15.000 euros al mes. Sin embargo, la tecnología 4G todavía no llega al 100% del territorio. Quedan puntos muertos en la ladera de la Serra que da al mar y que deja sin conexión, de momento, a municipios como Deià.
La empresa pretende implantarse en la mayor área posible de las Islas para conseguir economías de escala. De esta manera, primero desarrollaron su actividad en Mallorca y ahora están en plena fase de expansión en las otras islas. Eivissa se ha convertido en un gran nicho de mercado y desde hace unas semanas ya está disponible la red 4G en Santa Ponça, Formentera y Menorca.
EIVISSA, LA REVOLUCIÓN. Cada isla es geográficamente diferente y, según explica Navarro, la demanda también varía. “La solución que requiere el turismo residencial familiar de Menorca no es lo mismo que un hotel de Eivissa. En Menorca una familia utiliza internet para enviar algunas fotos y 4 megas le bastan, mientras que el público joven de Eivissa necesita mucha capacidad”, puntualiza.
“La isla de Eivissa hace unos años tenía una tecnología subdesarrollada y las velocidades no pasaban de 400K. Pero la gente está lejos de la ciudad y genera una gran necesidad. Ha sido una explosión de actividad porque hasta que nosotros llegamos con el 4G, tenían internet pero la capacidad no les era suficiente. Con el ADSL, que funciona con la línea de teléfono, no sabes nunca qué velocidad tendrás. Nosotros además de ofrecer internet donde no llega el teléfono, ofrecemos más velocidad”, explica Navarro.
El público que consume internet también cambia muy rápido. De hecho, la navegación “tradicional” (navegar, enviar emails) se ha quedado en un 15% del consumo de tráfico de la red, mientras que la mayoría hoy en día utilizan internet multimedia: vídeollamadas, descarga de imágenes, vídeos de Youtube, televisión a la carta por internet, etc.
PROYECTOS DE FUTURO. Ib-red no cesa en su empeño de “democratizar el mercado de internet, dando una buena tecnología a buen precio”, y para ello tiene varios proyectos en marcha. “Empezamos a instalar el 4G en 2013 y creemos que en dos años podrá estar en el 100% de las Islas. Pero una vez que tuvimos esa capacidad, nos metimos de lleno en pensar cómo podemos estar en el mercado sin el problema de la obsolescencia, porque ahora ya está prácticamente listo el 4,5G. Esperaremos un poco a que se estandarice y en dos años lo aplicaremos, duplicando las velocidades actuales de 4G. El único trabajo nuevo que tendremos que hacer será reprogramar, pero nos servirá la misma infraestructura. También estamos inmersos en el proceso de extender la fibra óptica en los municipios (cables de luz), que ofrece velocidades de hasta 200 megas”. Y no olvida la posibilidad de expandirse a la Península mediante un sistema de franquicias. “Tenemos una concesión por parte del Ministerio de una frecuencia para todo Balears y un contrato marco de cesión para otra frecuencia para 4G fijo para municipios en el resto del país. El proyecto triunfó a nivel de demanda pero en el último momento decidimos posponerlo, aunque la posibilidad está ahí y no lo descartamos en un futuro”, matiza.
El objetivo de Ib-red es ofrecer un buen servicio a sus clientes y seguir creciendo, ya que recientemente se han convertido en una empresa mediana con 60 trabajadores. “No me considero un visionario porque no supe prever que iba a haber tal boom de demanda. Lo que me diferencia a mí es que el mercado me ha venido a favor, que he tenido más suerte. En realidad, se trata de aplicar el management y analizar mucho para que todo salga lo mejor posible”, concluye Navarro.