El papa Juan Pablo II, fallecido el 2 de abril de 2005, será beatificado el 1 de mayo próximo, informó hoy el Vaticano. Karol Wojtyla (1920-2005) será elevado a la gloria de los altares después de que hoy, su sucesor en el Trono de Pedro, el papa Benedicto XVI, promulgara el decreto por el que se reconoce un milagro por su intercesión.
Se trata de la curación inexplicable para la ciencia de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 Parkinson, la misma enfermedad que tuvo el primer papa polaco de la historia de la Iglesia.
Varios meses después de la muerte de Juan Pablo II, la monja, que rezaba continuamente al Pontífice, curó de la enfermedad.
Aunque hay catalogados 251 supuestos milagros por intercesión de Wojtyla, el postulador de la causa, el sacerdote polaco Slawomir Oder, eligió la curación de la monja francesa.
Benedicto XVI firmó el decreto durante la audiencia que concedió hoy en el Vaticano al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Amato, que le entregó toda la documentación del proceso de beatificación, una vez que los pasados días los 30 purpurados y obispos que forman parte de ese dicasterio aprobaran un milagro por intercesión de Karol Wojtyla.
El proceso se abrió el 28 de junio de 2005 y comenzó en Roma, ciudad en la que murió y de la que fue obispo durante 26 años y medio.
La causa se abrió por deseo de Benedicto XVI, sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como establece el Código de Derecho Canónico y como ocurrió con la Madre Teresa de Calcuta.
El anuncio fue acogido con gran alegría en el mundo católico, donde aún sigue vivo el grito «santo súbito» (santo ya) que decenas de miles de personas corearon aquel día de abril de 2005.
Para permitir una mayor afluencia de fieles, los restos mortales del papa Wojtyla serán trasladados días antes de la beatificación desde las Grutas Vaticanas (cripta de la basílica de San Pedro), donde está enterrado, a una capilla del templo vaticano.
El ataúd de Wojtyla será colocado bajo el altar de esa capilla, que se encuentra en la parte derecha del templo, entrando a la basílica de San Pedro, entre la que acoge a la «Piedad», de Miguel Angel, y la Capilla del Santísimo.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo hoy que el ataúd no será abierto, sino trasladado directamente desde las grutas vaticanas a la capilla de San Sebastián, que ya aparece cubierta con una gran lona y han comenzado los trabajos de restauración.