El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano Mitt Romney realizaron sus últimos llamamientos a los votantes de Estados clave que determinarán quién ganará la reñida carrera a la Casa Blanca. Ambos candidatos buscaron incentivar una alta participación de sus partidarios y atraer a los votantes independientes en las últimas horas de una carrera que, según los sondeos, está empatada a nivel nacional. Obama tenía una leve ventaja en ocho o nuevo estados que podrían definir la elección del martes.
Un sondeo diario de Reuters/Ipsos dado a conocer el lunes entre 4.725 posibles votantes a nivel nacional mostró que un 48 % respaldaba a Obama, contra un 46 % que prefirió a Romney, un exgobernador de Massachusetts. El resultado cae dentro del intervalo de credibilidad del sondeo, que en este caso fue de +/- 3,4 puntos porcentuales. Otros sondeos arrojan una ventaja mínima de Obama, lo que muestra un país dividido.
Los dos candidatos apelan al cambio y al miedo al rival en un final de campaña que nop puede ocultar la sombra del empate. El mandatario demócrata en funciones atrajo a una gran multitud en Madison, Wisconsin, que fue animada por Bruce Springsteen. Obama volvió a referirse al recurrente tópico de la campaña: quién puede hacer mejor las cosas en la economía.
El último día de campaña de Romney incluyó escalas en Florida, Virginia, Ohio y Nuevo Hampshire. En Virginia dijo a los votantes: «Un último esfuerzo nos hará llegar allí». «Sólo estamos a un día de un nuevo inicio, a un día del comienzo de un nuevo inicio», declaró.
Los candidatos tienen como meta reunir los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para la victoria en la batalla estado por estado para ganar la presidencia. Todos los ojos estarán en el estado de Ohio, cuyos 18 votos electorales podrían resultar decisivos. El camino de Romney a la Casa Blanca será mucho más difícil si pierde en Ohio. El estado parece estar inclinándose a favor de Obama.
Lo que tienen claro los dos candidatos es la posibilidad de empate y, ante esta eventualidad, han movilizado a un ejército de abogados por si se repite un episodio com el de Florida en el año 2000 entre George W. Bush y Al Gore.