Varios testigos describieron ayer con gran aflicción la situación del lugar en el que se estrelló el avión MD-83 pilotado por mallorquines con 116 personas, todas fallecidas, en Mali. «Nunca había visto tal horror. Todo está quemado», aseguró Musa Bagayoko, un fotógrafo de la ciudad de Gao, situada a unos cien kilómetros del lugar del desastre y donde han sido trasladados los restos humanos y del aparato siniestrado.
La devastación es total. Todos los componentes del aparato son piezas. Tampoco se ven cuerpos humanos. «Da la impresión de que el avión hubiera desaparecido, como si la tierra se lo hubiera tragado», explicó un testigo. Un médico militar indicó que los restos están «despedazados», en descomposición y muchos entre residuos que aún humean.
La caída del avión ha dejado un cráter de devastación en un radio de 500 metros. Ayer se esperaba la llegada a Gossi de expertos franceses, españoles, argelinos y malienses para avanzar en las investigaciones sobre la causa del accidente, después de que se hayan encontradolas dos cajas negras.
El presidente Hollande informó ayer de que Francia trasladará todos los restos humanos ante la gran dificultad de identificarlos. Argelia aseguró ayer que las causas del siniestro son de orden metereológico.