El matrimonio de Luisiana (EEUU) Paul y Rosalyn Racca esperaban un bebé. En uno de los chequeos médicos, a la semana 21 de embarazo, el doctor se dió cuenta de que el corazón del pequeño había dejado de latir. Rosalyn tuvo que parir al día siguiente, el 29 de agosto de 2014.
El matrimonio pidió estar unos momentos con el bebé fallecido, al que iban a poner el nombre de Tate. Tomaron fotografías para recordar al pequeño.
Después del funeral de Tate, Rosalyn publicó algunas de las imágenes de su hijo en Facebook. Eran imágenes en blanco y negro. «Publiqué fotos de sus pequeños pies, tengo una de su mano sosteniendo el crucifijo del rosario de mi esposo. No quería ofender a nadie», dice Rosalyn.
Un año más tarde, coincidiendo con la fecha de su parto, Rosalyn quiso publicar más fotos. Las fotos eran más íntimas, a color, y había varias del rostro de su hijo. «El día antes, puse una advertencia en mi estatus de Facebook diciendo que iba a poner fotos de Tate, porque sabía que había miembros de la familia que no querían verlo así».
A partir de ese momento, Facebook le pidió que retirara las imágenes por ser «contenido inapropiado» y «gráficamente violento».
Rosalyn se niega a quitar las fotos de su hijo, aún sabiendo que su cuenta de Facebook podría ser inhabilitada.
ESTOY MUERTO!!