Apple ha conseguido con el iPhone 7 acumular en un espacio minúsculo los avances más esperados para el popular teléfono inteligente: cámaras con capacidades profesionales, más tiempo de batería y, finalmente, resistencia al agua.
El iPhone 7, que podrá reservarse a partir del viernes en varios países, entre ellos España, y estará a disposición del cliente desde el 16 de septiembre al mismo precio que el 6s (649 dólares en Estados Unidos), contará con un programa de fidelización de consumidores, para evitar los problemas con la falta de interés de los dueños de un iPhone por las nuevas versiones del mismo producto.
En esta ocasión, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, llegó con la confianza que da poder presumir de haber vendido desde el nacimiento de este aparato electrónico en 2007 más de mil millones de unidades en todo el mundo, lo que convierte al iPhone en el objeto de consumo más vendido de la historia.
«Un fenómeno cultural» presente en todo el mundo, apuntó Cook ante la audiencia congregada en el Auditorio Bill Graham de San Francisco (EEUU).
No obstante, las ventas de este teléfono inteligente comenzaron a caer esta primavera, acusando la intensa competencia y la falta de novedades revolucionarias, mientras que los datos muestran que los fieles a la marca esperan cada vez más para reemplazar su modelo.
El iPhone 7 es por fin resistente al agua, algo que ya incluye gran parte de sus competidores, y podrá ser sumergido en un metro de agua durante, al menos, 30 minutos.
Además, se desprende de la salida de audio tradicional y se servirá exclusivamente del puerto de carga y datos presentado con el iPhone 5 en 2012, para simplificar al máximo el nuevo armazón de aluminio, similar al perfil del iPhone 6.
Para calmar los ánimos de los más recelosos, Apple incorporará un adaptador gratis para aquellos que quieran seguir utilizando sus tradicionales auriculares.
El jefe de diseño de Apple, Jonathan Ive, justificó la «valiente» decisión en el hecho de que la entrada de datos del iPhone, que aseguró que ya usan más de 900 millones de dispositivos en todo el mundo, permite una conexión más completa de dispositivos de audio.
El iPhone 7 incorporará el sistema operativo iOS 10, que según Cook, es la mayor actualización jamás acometida por Apple, por el número de novedades que incluye, como mejor asistencia por voz o integración con automatización para el hogar.
En el corazón del iPhone 7 trabaja un procesador bautizado como A10, con 120 veces más poder de procesamiento que el primer iPhone, más eficiente energéticamente y una aceleración de gráficos que permitirá juegos cada vez más complejos y más tiempo de batería de media.
Ive centró gran parte de la presentación en las mejoras incorporadas a las cámaras del iPhone 7, que en su versión Plus incluye dos tipos de lente (gran angular y teleobjetivo) para poder realizar por primera vez zoom óptico y emular la calidad de cámaras profesionales.
El iPhone 7 básico ofrece una cámara de 12 megapíxeles, a la que se suma un nuevo software de procesamiento de imagen y vídeo, funciones de estabilización y una pantalla Retina que mejora el brillo y la resolución.
Cook presumió de la capacidad de Apple de llevar el diseño industrial un poco más allá con cada presentación y mostró la manera única como se ha ensamblado este iPhone 7, que gracias a su armazón de aluminio tiene menos piezas en contacto y mejora la integración de la antena.
Como acompañamiento, la presentación de este jueves también sirvió para mostrar la segunda generación del Apple Watch, el Series 2, que incorpora GPS, es sumergible hasta 50 metros y se quiere convertir en el acompañamiento de todo deportista, ya sea para registrar carreras, paseos o vueltas en una piscinas.
El Apple Watch, el «smart watch» más vendido, quiere posicionarse en el segmento de pulseras para deportistas, cada vez más competitivo, además de mejorar con un sistema operativo nuevo, facilidades para mandar mensajes y hasta para poder sumarse desde la muñeca a la fiebre de «Pokemon Go».
Posiblemente la novedad más compleja en cuanto a ingeniería se refiere fue la presentación de los auriculares inalámbricos «AirPod», una tecnología que ha tropezado una y otra vez con la mala calidad, las interferencias y el precio.
Apple ha desarrollado el chip W1 con capacidades de transmisión de datos y lo suficientemente pequeño para integrarse en unos auriculares, que además tienen acelerómetros, sensores infrarrojos, batería y micrófono en un espacio minúsculo.
Los auriculares sirven para realizar llamadas, duran hasta cinco horas con una sola carga, pueden cargarse en el estuche donde quedan guardados y se activan con un simple movimiento.
Al cierre de las cotizaciones en la Bolsa de Nueva York, las acciones de Apple se apreciaron muy ligeramente, ante las dudas de que este iPhone resucite las languidecidas ventas del teléfono y vuelvan a servir de «gallina de los huevos de oro» a la empresa, una de las que cuenta con mayor liquidez.