El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reclamado hoy un «esfuerzo nacional y colectivo» ante la crisis y ha asegurado que las medidas para reducir el déficit son «imprescindibles», aunque ha reconocido que muchos ciudadanos no entenderán que se pidan nuevos sacrificios.
En su discurso ante el pleno del Congreso, en el que en apenas media hora ha anunciado duras iniciativas para acelerar la rebaja del déficit público, Zapatero ha garantizado que «no es fácil para el Gobierno aprobar» estas nuevas medidas, pero ha subrayado que se necesita «un esfuerzo especial, singular y extraordinario».
«La situación es difícil y sería insensato ocultarlo, pero puedo asegurarles a todos que el Gobierno no desfallecerá y estamos convencidos de que lograremos salir adelante, volver a la recuperación y a la generación de empleo», ha manifestado.
Según ha explicado, las medidas, que suponen reducir en 15.000 millones el gasto en 2010 y 2011, son «imprescindibles» para reforzar la confianza en la economía española y contribuir a la estabilidad de la zona euro y son «equitativas» porque pretenden repartir con justicia el esfuerzo nacional que, como presidente del Gobierno, pide a los ciudadanos.
A su juicio, hasta ahora, las personas que han perdido su empleo y los empresarios que han visto frustradas sus aspiraciones «han pagado con creces su peaje» en la crisis y no se les puede pedir a ellos más esfuerzos.
Anticipándose a la respuesta de la oposición, ha apelado a la «responsabilidad» de los grupos políticos y les ha pedido colaboración para sumarse a lo que ha denominado un «proyecto nacional».
A su entender, «nada justificaría que algunos se sintiesen ajenos a este esfuerzo colectivo» y todos están obligados a hacer todo lo que esté en sus manos para lograr los objetivos propuestos, aunque ha reconocido el protagonismo del Gobierno: «asumo mi responsabilidad y me comprometo a fondo con ella».
Ha afirmado que es consciente de que muchos ciudadanos no entenderán que se pidan más sacrificios cuando el propio Gobierno ha anunciado que se ha iniciado la recuperación, pero ha insistido en que es ahora cuando se necesitan para cumplir con los compromisos europeos, mantener en España a los inversores, fortalecer el sistema productivo y preservar el estado del bienestar.
«No es fácil para cualquier Gobierno dirigirse en estos términos a la Cámara y sus conciudadanos y menos lo es para un Gobierno que se empeñado, durante los años de bonanza, en dirigir lo mejor de sus esfuerzos a mejorar la situación de la mayoría de los ciudadanos, de los menos favorecidos», ha manifestado.
Según ha reconocido, son los ciudadanos que nada han tenido que ver con el origen de la crisis y con su desarrollo, pero que han sufrido sus consecuencias, quienes ahora deben contribuir a corregir los efectos de esa crisis.
Y a ellos se ha dirigido, a quienes son «la columna que sujeta al país», los que dependen de tu propio trabajo, de su afán emprendedor o de unas rentas públicas que se han ganado durante años
Zapatero ha dedicado también parte de su intervención a justificar la actuación del Gobierno hasta el momento.
Según ha señalado, ha adoptado sus decisiones respondiendo a la naturaleza del problema en cada una de las fases de la crisis y respondiendo a cada uno de los «inesperados desafíos», como el resto de los gobiernos europeos, cada uno según sus propias circunstancias.
Para el Gobierno, el anunciado hoy no es un nuevo plan, sino el mantenimiento del esfuerzo de austeridad aprobado ya en enero, y el objetivo sigue siendo el mismo, situar el déficit público en el 3 por ciento en 2003, aunque ahora se vaya a cumplir en dos años las dos terceras partes del compromiso fijado para cuatro años.