El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha archivado hoy la causa en la que investigaba las supuestas irregularidades en la contratación del Yak-42 que se estrelló el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía) y que costó la vida a 62 militares españoles.
Así lo ha acordado el magistrado en un auto notificado hoy en el que desoye las peticiones del teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Fernando Burgos, y de varios de los familiares de los soldados muertos que le pidieron que llevara a juicio a los seis mandos militares imputados por homicidio por imprudencia grave.
Marlaska, aunque reconoce la gravedad del siniestro, considera que los seis altos cargos militares imputados no tenían capacidad para haber evitado el accidente con alguna actuación suya y concluye que en ellos no hay «reponsabilidad penalmente relevante».
«No fueron las circunstancias de mantenimiento de la aeronave las causas, ni directas ni indirectas del siniestro, sino la preparación completa de la tripulación para maniobrar en el aeropuerto» de las características del de Trebisonda, sostiene el magistrado.