La nueva operación del rey Juan Carlos ha relanzado el debate sobre la sucesión en la Corona española. Así, PP y PSOE se han mostrado distantes pero de acuerdo en dar salida a la actual situación.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha lamentado en concreto que el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya cuestionado la elección del centro privado y ha señalado que él «sabrá con lo que está jugando o quiere jugar».
A preguntas de los periodistas, De Cospedal ha señalado que no cree que haya «ningún debate» sobre la abdicación, porque «se ha dejado bien claro la postura del Rey», en alusión a que la Casa del Rey ya señaló que el monarca no se ha planteado abdicar. Preguntada por si se debe regular el papel del Príncipe, la «número dos» del PP ha señalado que esta cuestión se debe tratar «con mucha tranquilidad y prudencia por parte de todos los partidos» y «merece una reflexión pausada.
Discreción
Y el Gobierno por su parte, ha añadido, tiene la obligación de tratar con «prudencia, sensatez y discreción todo lo que atañe a la Corona».
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha dicho que los socialistas son partidarios de elaborar un Estatuto de la Casa del Rey «cuando sea posible» y con «consenso» parlamentario, para regular, entre otros aspectos, «el sistema por el que quien reine y su heredero se relacionen». El PSOE considera que el desarrollo de ese Estatuto lleva pendiente treinta años y que podría hacerse a través de una Ley Orgánica.
Por su parte, el Rey recibirá hoy las cartas credenciales de 16 nuevos embajadores antes de ingresar en el hospital para ser operado de la cadera, un acto protocolario que por vez primera se celebrará en el Palacio de la Zarzuela, en vez de hacerlo en el Palacio Real, para adecuarlo a su situación física.
El Monarca ha decidido hacer este esfuerzo en su agenda oficial a pocas horas de afrontar una nueva operación quirúrgica para no demorar más tiempo la espera de este grupo de nuevos representantes diplomáticos.