El presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, ha confirmado que se reunió anteayer con el expresident Jordi Pujol, con el que se ha visto hasta seis veces en el último año, pero ha considerado «tremendo» que haya salido a la luz y ha sugerido que es objeto de «seguimientos especiales».
Mas comparece la mañana de este viernes ante la Diputación Permanente del Parlament a petición propia para dar cuenta de la gestión de la Generalitat en la contratación de obra pública tras el caso abierto del 3 % en contra de su partido, CDC, y algún alto cargo del Govern por presuntas comisiones ilegales en adjudicaciones públicas.
En el turno de réplicas, Mas ha salido al paso de la pregunta de varios grupos sobre la información publicada por Economía Digital, según la cual Mas y Pujol se reunieron en el domicilio de un íntimo amigo del expresidente catalán el pasado miércoles por la mañana, poco antes de que la Guardia Civil registrase la sede de CDC.
Mas se ha mostrado «sorprendido» por esta información, pero ha dejado claro que no tiene «nunca problemas en responder este tipo de preguntas»: «Sí que me vi. Y no es la primera vez que nos vemos desde que pasó lo que pasó, desde julio de 2014, cuando hizo esa confesión -la de que tenía cuentas en el extranjero sin declarar-, le he visto cuatro, cinco o seis veces».
«¿Es un delito ver a alguien? Lo plantean como si fuera una falta, un problema. Sí, le he visto, ¿y qué? Y le volveré a ver. ¿Dónde está el problema?. ¿Debo explicar las conversaciones privadas con Pujol, o incluso las políticas, si es que tengo alguna?. No lo veo necesario», ha proseguido.
Mas ha relatado que se reunió con Pujol a las 9 de la mañana y salió a las 10.15 horas, cuando se le «advirtió de lo que estaba pasando» en la sede del partido. «En el momento que tuve conocimiento de lo que estaba pasando en la sede de CDC, le dije: president, me voy inmediatamente, porque ahora me tengo que ocupar de otras cosas», ha explicado.
Pero para el presidente catalán, la pregunta es «si hay alguien que sigue a alguien para saber estas cosas», algo que ha calificado de «tremendo» e «increíble».
«Háganse esta pregunta: ¿cómo puede ser que con tan poca diferencia de tiempo estas cosas salgan a luz de la manera como ha salido y por parte de quien lo ha sacado? ¿O es que aquí hay seguimientos especiales? ¿Quién los hace? ¿Por qué motivo? ¿Por qué me meten a mí de por medio? ¿Esto no tiene que ver tampoco nada con el momento en que vivimos?», se ha preguntado de forma crítica.
Hace quince años, con la hipotética independencia, España hubiera perdido 21 % de su producción. Ahora sólo, el 18 %, cifra bastante más llevadera.