El PSOE ha exigido este lunes la «dimisión inmediata» del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, por sus «intolerables» declaraciones «sembrando dudas» en torno a la actuación de jueces, fiscales y Fuerzas de Seguridad del Estado en los casos de corrupción que afectan al PP.
Fernández Díaz, ha asegurado la mañana de este lunes, en una entrevista en Telecinco, que le «llama la atención» que las actuaciones judiciales en materia de corrupción sólo afecten al PP en un momento político «delicado» y ha subrayado que no cree «en la espontaneidad ni en la casualidad».
«No es casualidad, es causalidad, y la causa es la corrupción generalizada en el PP durante veinte años de financiación irregular», le ha replicado en rueda de prensa el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, tras recordar que es el mismo ministro que dijo hace poco que «ETA se alegraría si hubiera un gobierno de izquierdas» en España.
López ha lamentado que Fernández Díaz haya reaccionado a la detención del vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, y la presunta implicación del expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps en la trama de financiación ilegal del partido en esa región, «exactamente igual que reaccionó Rajoy en 2009 ante el caso Gürtel, acusando a jueces, fiscales, policía y guardia civil de montar poco menos que una persecución al PP».
Para los socialistas, no ha habido «ninguna persecución al PP», sino una «trama generalizada de saqueo del PP durante veinte años, con financiación irregular del partido, sobresueldos en A y en B y maletines» y donde, «desde el caso Gürtel hasta la operación Taula, Brugal, Púnica y otras, todas van a lo mismo, a un 'modus operandi' en el PP de financiación irregular y enriquecimiento personal».
Tras incidir en que precisamente el ministro que «debería velar por la independencia» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo que hace es «acusar a jueces, fiscales, Policía y Guardia Civil de una actuación parcial y partidista», López ha defendido que ésta es «un razón más para el cambio» de Gobierno en España, que a su juicio «es posible en sólo nueve días».