El Grupo Parlamentario de ERC ha registrado este jueves en el Congreso una proposición no de ley para instar al Gobierno a legalizar el cultivo, la tenencia y el consumo de marihuana en el Estado español.
La portavoz adjunta de ERC, Teresa Jordá, y el senador de la formación Quim Ayats han presentado este jueves esta iniciativa en una rueda de prensa junto a Martín Barriuso, presidente de la Asociación Pannagh y miembro de la Federación de Asociaciones Cannabicas.
«Resistir es vencer», han indicado los parlamentarios de ERC, quienes han reconocido que la iniciativa decaerá si se convocan elecciones y la volverán a presentar, en caso de que haya nuevos comicios, cuando se haya formado el Parlamento.
En la propuesta para su debate en la Comisión Mixta para el estudio del problema de las drogas, se reclama al Ejecutivo la regulación del comercio del cannabis, respetando las competencias de las comunidades autónomas.
También se plantea que el Ministerio Fiscal deje sin efecto la instrucción cuyo objetivo es perseguir a las asociaciones promotoras del consumo del cannabis legalmente constituidas y con fines sociales lícitos.
El Plan Nacional sobre Drogas refleja que en 2013 hay más de dos millones de personas en España que consumen cannabis al menos una vez al mes y más de 600.000 que lo hacen a diario.
«No tiene ningún sentido su criminalización», ha subrayado Ayats, quien ha indicado que esta realidad social contrasta con la ausencia de un marco legal adecuado.
Jordá ha destacado que hay muchas iniciativas municipales y autonómicas en Catalunya, el País Vasco o las Illes Balears para dar cobertura al «desequilibrio» entre el marco normativo actual y la realidad social existente en el Estado español, al tiempo que ha señalado la «extrema necesidad» de solucionar este problema.
La proposición no de ley se fundamenta en cinco pilares: el autoconsumo, el autocultivo, los clubes sociales y la venta con licencia, la educación para un consumo responsable y el acceso terapéutico.
Barriuso ha agradecido la iniciativa de ERC que, a su juicio, va en la dirección correcta y pone sobre la mesa un asunto que tiene que estar en la agenda política.
Ha criticado las sentencias del Tribunal Supremo en los juicios de los casos Ebers, Three Monkeys y Pannagh que han supuesto una ruptura con las decisiones de las Audiencias Provinciales y los Juzgados de lo Penal, en los que, mientras hubiera ausencia de lucro o existiera un circuito cerrado, las asociaciones cannabicas eran absueltas o se archivaban las causas.
El presidente de Pannagh ha explicado que desde el momento en que la Fiscalía Antidroga las acusó con la figura delictiva de integración en grupo criminal, el Supremo condenó a las asociaciones con el objetivo de «desactivar el movimiento asociativo cannabico».
Una de las principales consecuencias que han tenido las resoluciones del Tribunal Supremo es que «han empujado al mercado negro a miles de personas», ha dicho Barriuso, quien ha apuntado que las asociaciones cannabicas surgieron para dejar de ser clientes de las redes de tráfico de drogas y autoabastecerse «dentro de la ley, con garantías y transparencia».
Amb tots els meus respectes cap els camarers, però això és molt trist.