La Brigada Provincial de Información de Barcelona de la Policía Nacional, bajo la coordinación de la Comisaría General de Información, ha detenido a un individuo de nacionalidad marroquí y de 45 años en Terrassa (Barcelona) por sus actividades de autoadoctrinamiento y apoyo en favor de las actividades delictivas de la organización terrorista Daesh.
El detenido, que se consideraba a sí mismo «un muyahidin más», había manifestado su arrepentimiento por no haber viajado a Siria a realizar la yihad violenta, ensalzando y justificando la acción terrorista acaecida el pasado mes de agosto en La Rambla de Barcelona, según informan fuentes policiales.
Los investigadores creen que ante la imposibilidad de viajar a Siria debido al actual control fronterizo por los países limítrofes, había llegado a exponer públicamente que «el que pueda hacer algo que lo haga, al que no le dejen irse a Siria que mate a seis o siete españoles».
No dudaba en alabar los atentados cometidos en Barcelona y Cambrils manifestando que si él tuviese una furgoneta grande haría lo mismo que «los hermanos» que atentaron el pasado mes de agosto en La Rambla.
La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción 4 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
La investigación, iniciada a mediados de junio de 2017, ha acreditado que el detenido visitaba numerosas páginas web en las que se observaban imágenes de yihadistas exhibiendo armas de guerra y combatiendo, e invitaba a personas de su entorno a hacer lo mismo para convertirse en «verdaderos musulmanes».
En su día a día, vestía a la manera occidental e incluso evitaba acudir a las mezquitas a rezar al objeto de pasar desapercibido. También adoptaba medidas de seguridad en materia de telefonía móvil y con su vehículo para no ser detectado por las fuerzas policiales.
SE REGÍA POR LA TAQIYYA
En un comunicado, el Ministerio del Interior ha señalado que la operación implica la «neutralización temprana de una potencial amenaza, ya que el detenido sufre un fuerte proceso de autoadoctrinamiento y se encuentra en un punto de adhesión a la organización terrorista que podría haberle llevado a cometer un atentado como actor solitario en suelo Europeo tal y como reclama Daesh».
También destaca que se regía por la taqiyya, un principio que justifica llevar una vida alejada de los preceptos islámicos en una sociedad no islamizada con el fin de atacarla desde dentro.
Por este motivo se explica que fuera «muy reservado», ya que intentaba evitar levantar sospechas y se jactaba de no llevar barba, vestir pantalón corto y no acudir a la mezquita a rezar.
El arrestado buscaba alejarse de la imagen prototípica de un fundamentalista islámico para pasar desapercibido, estrategia que acompañaba con otras medidas de seguridad en materia de telefonía móvil o al conducir, realizando maniobras evasivas para evitar que se detectase su recorrido o los lugares donde iba.
En su pretensión de autoadoctrinarse, el detenido visionaba de manera reiterada vídeos en los que se observaba a yihadistas combatiendo en Siria, según él, mártires que «se han ganado el cielo», así como ejecuciones perpetradas por niños con cánticos en los que se ensalza la lucha violenta en nombre de Alá.
No dudaba en compartir estos vídeos con personas de su entorno, invitando en ocasiones a alguno de ellos a que le acompañasen a Siria a unirse a Daesh y argumentando que él pagaría el costo del viaje de los dos, según la investigación policial.