El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando se cumplen diez semanas del estado de alarma, ha comparecido en el pleno del Congreso de los Diputados para solicitar a los partidos una quinta prórroga, hasta las 00.00 horas del 7 de junio, para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. Sánchez ha iniciado su intervención recordando las medidas que ha tomado el Gobierno desde que el 11 de marzo, la OMS declaró que era una pandemia. El presidenteha reconocido que desde que se declaró el estado de alarma, el 13 de marzo, éste «ha funcionado», pero en esta ocasión si prospera la solicitud de prórroga, el estado de alarma será algo diferente y «la única autoridad delegada del Gobierno será el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Será el único mando».
Sanchez ha recordado que en este tiempo las comunidades autónomas no han sido relegadas, sino sólo coordinadas. No obstante, ha revelado que, «en esta última etapa, recuperarán su plena capacidad de decisión, ganando más protagonismo en la gestión de la desescalada». «El decreto del 14 de marzo no relevaba de ningunas de sus funciones a las comunidades. Es bueno que subrayemos eso para no confundir a la ciudadanía. Las comunidades nunca han perdido su responsabilidad en el ejercicio de las competencias».
Sánchez ha preguntado a los diputados qué beneficios tendría levantar el estado de alarma. «No es el momento de levantar el estado de alarma», ha subrayado y ha apelado a la sensatez para no permitir la celebración de muchas actividades sin límites.
El presidente del Gobierno ha explicado que la prórroga que pide es de 15 días.
A lo largo de su exposición, Sánchez ha tratado de explicar a los diputados la importancia que ha tenido el estado de alarma en los momentos más críticos de la pandemia y se ha defendido ante las críticas por una actuación tardía. «En febrero, la oposición y los medios de comunicación más significativos veían la cancelación del Mobile World Congress, por la amenazada de la COVID-19, como una precipitación, como una alarma injustificada. Después nos vimos en la otra situación». El presidente ha afirmado que eso lo han vivido todos los países de Europa, que «han tenido que adoptar las mismas medidas ante la misma tragedia vivida en nuestro país».
Así, Sánchez ha aseverado que «la pandemia no ha sido un problema de nuestro país. En 30 días pasamos de la incredulidad a la necesidad».
El presidente ha dicho a los diputados presentes en el Congreso que hasta la situación actual «no nos ha traído la corriente, ni hemos llegado por inercia, sino por el trabajo extremo de los sanitario y el esfuerzo y la disciplina de los ciudadanos de este país. Nadie tiene derecho a derrochar lo que hemos conseguido entre todos en estas semanas de confinamiento».
«España se está reactivando poco a poco y el plan de la desescalada es asimétrico, gradual y coordinado. No hay salida en el desorden», ha advertido.