La Comisión de Salud Pública, en la que están representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, acordó ayer «por unanimidad» reducir la cuarentena de todos los positivos en COVID-19 a siete días, frente a los diez actualmente fijados.
Según informaron ayer fuentes sanitarias, los no vacunados que han sido contactos estrechos de un positivo también tendrán que hacer un aislamiento de siete días.
En este sentido, Baleares fue una de las comunidades autónomas que antes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ya había adelantado que estaba a favor de reducir la cuarentena de los positivos de COVID-19. Tras las diferentes posturas, se llegó a un consenso entre el Ministerio y las comunidades autónomas.
Algunos organismos reclamaron reducir este aislamiento a tres días para los contagiados asintomáticos y vacunados, pero el Govern balear propuso que fueran más de cinco días. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se pronunció sobre este asunto y reconoció que hay que aunar «salud pública, salud mental y economía».
En este sentido, hizo una comparativa con el año pasado y resaltó que «no estamos como hace un año. Estamos mejor preparados, más protegidos».
Asimismo, desglosó una serie de datos para apoyar su argumentación, como que los mayores de 80 años sin vacunar tienen hasta 18 veces más posibilidades de ingreso en UCI. Además, afirmó que la mayor parte de casos activos ahora son asintomáticos.
«Claramente hay una relación entre aquellos sin vacunar y el nivel de ingresos en UCI respecto a los que nos hemos vacunado, una amplísima mayoría», señaló.
También quiso recordar la necesidad de cumplir las medidas de prevención. «Como estrategia para atajar el gran alza de contagios por la variante ómicron es esencial fijar la vacunación, el uso de la mascarilla y la unidad institucional», explicó Pedro Sánchez durante la presentación del informe de rendición de cuentas del Gobierno correspondiente a 2021.