La familia de Heidy Paz, la mujer asesinada en agosto de 2018 a manos de César Román, podrá dar finalmente sepultura a los restos mortales de la joven al autorizar la Audiencia Provincial de Madrid la repatriación de parte del cuerpo a su país de origen, Honduras.
Así consta en una resolución fechada el pasado 16 de enero, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que se accede a la petición de abogado de la familia, Alexis Socias, de repatriar los restos una vez la condena a 15 años de cárcel impuesta a César Román alcanzó firmeza con la sentencia del Tribunal Supremo.
El torso de Heidy, que se halló en agosto de 2018 en una maleta localizada en una de las naves del condenado, lleva desde entonces primero en el Instituto Anatómico Forense y ahora en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas.
El pasado diciembre, el Supremo confirmó la condena y avaló el informe de ADN impugnado por la defensa del empresario que acreditaba que el ADN del torso hallado en una de sus naves correspondía al de Heidy Paz.
La abogada de César Román se negó a la entrega del cuerpo al considerar que se debían de mantener los restos cadavéricos bajo la misma custodia en la que permanecen ahora, toda vez que pueden ser útiles para la defensa efectiva, así como un procedimiento justo.
En el recurso de casación, la letrada impugnaba el informe sobre el análisis del ADN mitocondrial, de julio de 2019, que determinó que el perfil genético del torso hallado era el de Heidy Paz.
Respecto a este informe, los magistrados del Alto Tribunal exponían que «todos los protocolos utilizados resultan acreditados», apuntando que «se obtuvo una mezcla de al menos dos perfiles genéticos en una muestra procedente de la torunda con frotis de la parte superior de la parte media del rodapié posterior del dormitorio principal del acusado».
En el juicio, los nueve miembros del jurado declararon probado que el torso hallado en la nave alquilada por el acusado en el distrito de Usera era el de Heidy Paz al coincidir el ADN mitocondrial con el perfil genético de su madre en un 99,999.
También dieron por probado que en el momento del crimen mantenían una relación sentimental, lo que agravó la pena a imponer, y que César Román era una persona celosa y posesiva, lo que suponía un agravante de razón de género.
De igual modo, dieron por probado que Heidy la noche del crimen acudió al piso de López Grass tras acudir a un cumpleaños con unos amigos y es donde César acabó con su vida debido a que la mujer quería distanciarse de él.
El jurado sostiene que el homicida huyó a Zaragoza después de que la Policía hallara el tronco de su pareja, desconectando su móvil el 14 de agosto de 2019. Fue detenido dos meses después en el bar 'Gerardo' de Zaragoza, donde trabajaba con una identidad falsa y en el que su dueña le reconoció tras verle en un programa de televisión.