El informe elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) en colaboración con la Fundación BBVA ha puesto en manifiesto la realidad que se vive en cuanto a las tasas de desempleo. Y es que por primera vez, la tasa de desempleo de las personas mayores de 55 años, es superior a la del grueso de la población activa, evidenciando un cambio más que evidente en las formas de trabajar.
De esta forma, la tasa de desempleo entre los mayores de 55 años es del 9,8%, mientras que la del grupo que oscila entre los 25 y 54 años es del 9,4%, habiendo una diferencia de 0,4 puntos porcentuales. En esta línea, existen «grandes diferencias» entre aquellas personas que han podido mantener su puesto de trabajo más allá de los 55 años, y aquellas que lo han perdido y que han tenido que buscar empleo, o retomar el mercado laboral después de un periodo de actividad. «La precariedad laboral que sufren estos últimos es mayor que la de los primeros, y sus posibilidades de volver a emplearse y las condiciones de los puestos a los que pueden acceder son peores», explica el instituto en su informe. «En un contexto de envejecimiento demográfico, la atención a las mejoras en el empleo y a la formación de los mayores ha de ser un objetivo fundamental», añaden.
En el informe aseguran que el atractivo de los mayores para las empresas parece ser menor, y «para ellos también es menos atractiva la perspectiva de prolongar su vida activa si para ello han de encontrar un nuevo empleo». De esta forma, en el caso de las personas mayores de 55 años, el 58% de los que son parados, llevan más de un año buscando empleo sin encontrarlo, un porcentaje que resulta muy elevado si se compara con el 36,1% que hay en la franja de edad de 25 a 54 años, y el 17,8% que hay en la de 16 a 24 años.
En el caso de las personas que encuentran un empleo, un 52,6% lo tienen temporal, con un 10% de empleo precario, y un 4,5% son fijos discontinuos. Estos datos son significativos si se tiene en cuenta que el porcentaje de temporalidad es del 2% en personas mayores de 25 años, por lo que queda en evidencia que «los nuevos empleos que resultan accesibles para los mayores son menos estables» y en «ocupaciones de menor calidad que requieren menos cualificación».
Temporalidad y peores condiciones
Esta brecha se extiende también a los salarios, y es que los mayores con menos de un año de antigüedad en el puesto de trabajo, el salario medio es de 19.558 euros anuales, algo más bajo que el de los asalariados de 25 a 54 años (10.837 euros) y «a gran distancia del salario medio de los mayores que no han visto interrumpida su carrera profesional, de 40.520 euros», apuntan.
«La menor empleabilidad de los mayores es especialmente preocupante en un contexto de envejecimiento poblacional como el que experimenta España y dificulta los esfuerzos por retrasar la edad de jubilación y prolongar la vida activa de las persona», concluyen desde el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.
Edadismo. "España no es país para viejos". 😢