El café es una de las bebidas que más consume la gente, ya sea por las mañanas o después de comer. El problema es que la cafeína puede llegar a ser altamente adictiva y no deja grandes beneficios para la salud. Consumir demasiada puede provocar, nerviosismo, ansiedad, palpitaciones e incluso ataques de pánicos en personas propensas y que excedan el consumo de esta bebida. Además, aumenta el cortisol por las mañanas, por lo que aumenta el estrés y acumulamos más grasa.
Es por ello por lo que es recomendable que, si se toman muchos al día, se empiece a reducir la cantidad e incluso llegar a eliminarlo por completo. Al ser una sustancia adictiva puede hacer que quitarlo sea difícil, por lo que debe hacerse poco a poco para que sean menores los síntomas. El dolor de cabeza, el cansancio o la irritabilidad son algunos de los síntomas que podemos sufrir.
Algunos de los trucos para reducir el consumo de esta bebida son los siguientes:
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Disminuir poco a poco el consumo: probar a consumir tazas de café descafeinado si se toman varias tazas al día puede ayudar a reducir la toma.
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Evitar otras fuentes de cafeína: los refrescos con cafeína, el té o las bebidas energéticas provocaran que sigas enganchado a esta bebida.
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Hidrátate: estar deshidratado provoca los síntomas de abstinencia, por lo que es recomendable tomar bastante agua.
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Tratar el dolor de cabeza: uno de los efectos secundarios más comunes y que se puede combatir con analgésicos
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Dormir lo suficiente: es probable sentirse más cansado al dejar de consumir cafeína, por lo que deberás intentar dormir unas ocho horas para regular el sueño.
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Aumenta la energía de otras formas: el café nos activa, por lo que buscar alternativas que no contengan cafeína serán la mejor opción, como caminar, exponernos a la luz solar por las mañanas o dejar el azúcar.