La miel es un endulzante que en muchas ocasiones se ha usado como medicinal, ya que se dice que es buena para la garganta. Aunque se crea que es saludable, hay que tener cuidado, puesto que al final se trata de una composición dulce. Este producto incluye azúcares naturales como fructosa y glucosa, además de minerales, vitaminas y antioxidantes.
Los estudios científicos apuntan que contiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, además sirve para curar heridas. A la hora de consumirla hay que tener cuidado al ser alta en calorías y contener azúcares simples, además de que puede contribuir a problemas de obesidad y diabetes tipo 2.
Es por ello por lo que hay que tener cuidado a la hora de consumirlo, todo y que sea preferible que cualquier azúcar refinado, puesto que el índice gleucémico es menor. La miel debe consumirse de forma moderada en la dieta y no se debe considerarse un superalimento.