El metabolismo: ese proceso en constante movimiento que ocurre dentro de nuestras células, incluso cuando parecemos estar inactivos. Es el latido básico de la vida, como lo describe Emily Willingham en Scientific American. Este continuo funcionamiento esencial convierte los alimentos y nutrientes que consumimos en la energía necesaria para mantenernos vivos, trabajando las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Nuestro cuerpo quema calorías constantemente, incluso en reposo, utilizando esa energía para mantener funciones vitales como la circulación sanguínea, el bombeo del corazón y la respiración. Pero, ¿es posible cambiar o aumentar deliberadamente este proceso metabólico?
Herman Pontzer, antropólogo evolutivo del Instituto de Salud Global de la Universidad de Duke, explica que la cantidad de energía que una persona quema durante el día depende de varios factores, incluida la edad y la cantidad de células en funcionamiento. Cuanto mayor sea una persona, más energía quemará debido a un mayor número de células activas.
Sin embargo, la idea de «aumentar el metabolismo» de manera significativa y duradera es, según los expertos, un tanto ilusoria. Si bien es cierto que construir más músculo puede aumentar el metabolismo en reposo, no hay un método mágico para acelerarlo de manera sostenida. Según Pontzer, más que cambiar el metabolismo, lo que podemos hacer es «empujar la aguja» al enfocarnos en la masa muscular.
Más músculo significa más células musculares metabólicamente activas, lo que puede aumentar el metabolismo en reposo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada individuo es único, y las diferencias en la composición corporal pueden influir en cómo el cuerpo utiliza y quema calorías. Por ejemplo, dos personas con el mismo peso corporal pero diferentes proporciones de masa grasa pueden quemar calorías de manera diferente debido a las diferencias en la actividad metabólica de sus células.
En resumen, si bien es posible influir en el metabolismo mediante la construcción de músculo, no existen soluciones milagrosas para acelerarlo de manera significativa y sostenida. En lugar de buscar cambios drásticos en el metabolismo, es importante centrarse en hábitos saludables, como una dieta equilibrada y ejercicio regular, que promuevan un bienestar general y una salud óptima.