Las verduras y hortalizas tienen muchos beneficios para nuestra salud. Sin embargo, algunos de ellos se desconocen. Las zanahorias, por ejemplo, tienen propiedades que van más allá de la salud visual. El consumo habitual de este alimento, que se encuentra en temporada prácticamente durante todo el año, aporta nutrientes de suma importancia que dan un empujón en las dietas.
La hortaliza de característico tono naranja posee un valor calórico muy reducido, convirtiéndola en un aperitivo ideal para sustituir los carbohidratos como el pan. Las zanahorias tienen unas 40 kilocalorías por 100 gramos.
Sin embargo, su valor calórico no es el apartado más importante de la zanahoria: tiene unas cantidades inmensas de vitamina A, sobre todo de carotenoides como el betacaroteno, que le aporta ese color tan rojizo.
Estas vitaminas ayudan a la visión, el crecimiento, el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y la salud de la piel. Asimismo, sus valores ofrecen propiedades antioxidantes y otras vitaminas y minerales indispensables para los músculos y nervios.
Por último, el consumo habitual de zanahorias supone un enorme impulso en las dietas de adelgazamiento, especialmente si se coloca la hortaliza como reemplazo de los carbohidratos.