La adicción al trabajo es un problema que no se suele tener en cuenta y es un problema grave para la salud. Según recoge un estudio de la Universitat Politécnica de Valencia, la Universitat Jaume I de Castelló y la Universidad del País Vasco llegó a la conclusión de que el porcentaje de adictos al trabajo, un 10% de la población estaba considerada como workaholic o adicto al trabajo.
Otra investigación de Project: Time Off y GfK, y que recoge Huffington Post, afirmaba que los millenials, nacidos entre 1981 y 1996, son los que más adictos están, pues alrededor del 43% de personas con este problema pertenecían a la generación, por lo que tenían más sentimientos de culpa y miedo al remplazo por lo que trabajaban más.
Mikołaj Londo, psicólogo polaco, alertó de que esta adicción puede llegar a ser inconsciente, es decir, que el trabajador no se da cuenta o comprenda que lo tiene. Además, lo puede confundir con ser perfeccionista o ambicioso. Londo también detalla los síntomas que padecen estas personas: pensamientos obsesivos sobre el trabajo o las dificultades para separar la vida personal de los compromisos profesionales. También cita el miedo o el remordimiento a tomarse tiempo de descanso.