Cada día, al despertar, la vida nos presenta una nueva puerta hacia la oportunidad de crear la vida que deseamos. Aunque a veces podamos sentirnos desbordados por la rutina o los desafíos diarios, la actitud con la que empezamos el día tiene el poder de transformar nuestra realidad. El agradecimiento es una de las prácticas más sencillas y efectivas que podemos incorporar en nuestra vida diaria.
Cuando nos levantamos cada mañana, tenemos dos opciones: enfocarnos en las preocupaciones, las tareas pendientes o las posibles dificultades del día, o elegir agradecer. Agradecer por el simple hecho de estar vivos, por el nuevo día que se abre como una página en blanco, lista para ser escrita con nuestras intenciones, emociones y acciones.
¿Por qué es tan importante comenzar el día con gratitud?
AGRADECER ELEVA NUESTRA ENERGÍA DESDE EL PRIMER MOMENTO
Cuando agradecemos, especialmente al despertar, estamos conectando nuestra energía con emociones elevadas. Esto tiene un efecto directo sobre nuestra frecuencia vibratoria, que es esa energía que emitimos constantemente hacia el exterior y que, a su vez, determina lo que atraemos de vuelta. Si comenzamos el día con agradecimiento, estamos sintonizando nuestra energía en armonía y bienestar. Esto nos permite atraer experiencias, personas y oportunidades alineadas con esa misma energía.
Pensemos en algo tan sencillo como preparar el café de la mañana. Puedes hacerlo de manera automática, sin prestarle atención, o puedes agradecer ese momento. Agradecer por la calidez de la taza en tus manos, por el aroma que llena el espacio y por ese tiempo que te dedicas a ti mismo. Este simple cambio transforma la experiencia, haciéndola más consciente y placentera. Además, genera una cadena de emociones positivas que te acompañarán durante todo el día.
ATRAE MÁS DE LO MISMO
El agradecimiento no solo eleva nuestra energía, sino que tiene un impacto directo en lo que atraemos. Cuando te enfocas en lo que ya tienes y lo agradeces, envías una señal al universo de que estás listo para recibir más. Al practicar la gratitud, te alineas con la frecuencia de la abundancia, lo que te permite atraer más situaciones y experiencias que te generen ese mismo agradecimiento.
Imagina que empiezas el día agradeciendo por tu salud, por tener un lugar donde vivir o por las personas que te rodean. Este simple acto tiene un poder transformador. En lugar de enfocarte en lo que te falta o en lo que no va bien, eliges ver lo que está funcionando, lo que ya tienes. Y al hacer este cambio, comienzas a atraer más situaciones que te permiten seguir agradeciendo.
Por otro lado, cuando caemos en la queja o en el desánimo, nuestra energía baja. La queja nos sitúa en una vibración densa, donde predominan emociones como la frustración, la impotencia o la negatividad. Sin darnos cuenta, cuando nos quejamos, empezamos a atraer más situaciones que alimentan esas mismas emociones.
Los que ya me conocéis, sabéis que me gusta poner ejemplos cotidianos, así que vamos con unos ejemplos del día a día para entender cómo el agradecimiento puede transformar nuestra realidad:
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El tráfico de la mañana. Es común que nos molestemos por el tráfico mientras nos dirigimos al trabajo. Sin embargo, si cambiamos esa frustración por gratitud, la experiencia puede ser completamente diferente. En lugar de decir: "¡Odio estar atrapado en el tráfico, siempre llego tarde!", puedes pensar: "Agradezco tener un coche que me lleva a donde necesito ir. Agradezco este tiempo para escuchar música o un podcast que me enriquezca". Aunque el tráfico sigue estando presente, la experiencia cambia porque tú has cambiado tu enfoque.
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Un proyecto complicado en el trabajo. Cuando enfrentamos un desafío laboral, es fácil caer en el desánimo: "Este proyecto es demasiado difícil, no sé cómo lo voy a terminar". Pero si agradeces la oportunidad de aprender y de crecer profesionalmente, la situación cambia. Al agradecer por el reto, empiezas a ver soluciones y posibilidades en lugar de obstáculos. Abres tu mente y conectas con tu poder creativo.
CIERRA TU DÍA CON GRATITUD Y CREA TU REALIDAD
De la misma forma que es importante empezar el día agradeciendo, también lo es finalizarlo con gratitud. Muchas veces, cuando nos acostamos, nuestra mente empieza a repasar los problemas del día: las discusiones, los errores o las preocupaciones. Irnos a dormir con esa carga emocional no solo afecta la calidad de nuestro descanso, sino también lo que atraeremos al día siguiente.
En lugar de llevar tus problemas a la cama, prueba a agradecer antes de dormir. Agradece por las lecciones del día, por los momentos de alegría, por las oportunidades de crecimiento. Incluso si fue un día complicado, encuentra algo por lo que puedas sentir gratitud. Este acto te ayudará a dormir en paz, cerrando el día con una energía positiva y preparándote para un nuevo día cargado de energía elevada.
EJERCICIO DE GRATITUD DIARIO
Te comparto un ejercicio sencillo que puedes incorporar a tu rutina:
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Por la mañana: Antes de levantarte, cierra los ojos y piensa en tres cosas por las que estés agradecido. No importa si son grandes o pequeñas; lo importante es que te permitas sentir esa gratitud en tu corazón. Luego, comienza tu día con esa energía.
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Por la noche: Antes de dormir, escribe tres cosas que agradezcas del día que acaba de terminar. Si fue un día difícil, trata de encontrar al menos una cosa positiva. Este ejercicio te ayudará a cambiar cualquier emoción negativa por gratitud y a descansar en paz.
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El agradecimiento es una herramienta poderosa para transformar tu vida. Al elegir agradecer, estás eligiendo crear una realidad más plena, abundante y llena de oportunidades. Así que, cada día, al despertar y antes de dormir, recuerda agradecer. Es la clave para atraer más de lo que realmente deseas.
El coaching espiritual te guía en este sentido. Si quieres avanzar a esa vida que deseas, de forma más serena, segura y en equilibrio, contáctame, estaré encantada de acompañarte hola@estibalizromana.com.
¡Feliz domingo y Gracias, Gracias, Gracias por estar ahí!