Hoy quiero contarte la historia de Marta. Una mujer de 52 años, llena de energía, siempre con una sonrisa y una actitud positiva. La conocí en una consulta rápida sobre vitaminas, pero pronto esa conversación se tornó en una charla más íntima.
«María, ¿puedo preguntarte algo más personal?», me dijo con un leve rubor en las mejillas. Asentí, sabiendo que algo la inquietaba profundamente.
«Verás... últimamente, estar con mi marido se ha vuelto complicado. No entiendo qué me pasa, pero cada vez que tenemos relaciones sexuales, siento un dolor tan fuerte que a veces solo quiero terminar rápido, o peor aún, evitar el momento. Nunca me había pasado esto, y es frustrante porque lo último que quiero es alejarme de él.» Sus ojos se llenaron de lágrimas. «No sé si es normal, pero me siento tan sola en esto.»
El silencio de la dispareunia
Lo que Marta estaba experimentando es algo que muchas mujeres en la menopausia enfrentan: la dispareunia, o dolor durante las relaciones sexuales. Sin embargo, pocas se atreven a hablar de ello. Es un tema que, por vergüenza o por miedo a ser juzgadas, se queda en silencio. Como le expliqué a Marta, la menopausia trae consigo una serie de cambios hormonales que pueden afectar tanto nuestro cuerpo como nuestras emociones.
El descenso en los niveles de estrógenos y progesterona no solo causa sequedad vaginal, sino que también adelgaza las paredes de la vagina, volviéndolas más frágiles y menos elásticas. Esto puede hacer que las relaciones sexuales, que antes eran placenteras, se conviertan en una experiencia dolorosa, afectando nuestra autoestima y la relación con nuestra pareja.
Los beneficios de usar probióticos en la menopausia
Lo primero que le sugerí a Marta fue dejar de enfocarse solo en tratamientos superficiales y empezar desde adentro. La solución estaba en combinar las cremas con probióticos para devolverle a su microbiota el equilibrio que había perdido. Los probióticos vaginales juegan un papel crucial en restaurar la flora bacteriana saludable que protege la vagina, ayudando a prevenir infecciones y mejorando la hidratación natural de la zona.
Estudios recientes han demostrado que las cepas de Lactobacillus, en especial el Lactobacillus rhamnosus y el Lactobacillus reuteri, pueden reducir los síntomas de la sequedad vaginal y promover una flora vaginal más equilibrada. Al combinar estos probióticos con lubricantes a base de agua y una mayor hidratación diaria, las mujeres pueden notar una mejora considerable en su calidad de vida sexual.
Cómo elegir un probiótico de calidad
Elegir el probiótico adecuado puede marcar una gran diferencia. Aquí te dejo algunas pautas clave basadas en estudios científicos para asegurarte de que eliges un producto efectivo:
FIdentificación a nivel de cepa: Es crucial que el probiótico detalle la cepa específica del microorganismo, ya que diferentes cepas del mismo género pueden tener efectos distintos. No todos los Lactobacillus son iguales.
FCantidad adecuada de microorganismos vivos: Para que un probiótico sea efectivo, debe contener al menos 1 billón de Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por dosis diaria.
FResistencia a ácidos y sales biliares: Un buen probiótico debe ser capaz de sobrevivir al paso por el tracto digestivo para llegar vivo a la zona donde ejercerá su función.
FEstudios clínicos que respalden su eficacia: Asegúrate de que el probiótico que elijas esté respaldado por estudios que demuestren su efectividad para la condición que deseas tratar, como la salud vaginal o digestiva.
No te olvides del lubricante
Los lubricantes vaginales son esenciales en situaciones de sequedad vaginal o dolor durante las relaciones sexuales, una condición conocida como dispareunia.
Cómo elegir el lubricante adecuado en la menopausia
FpH balanceado: Elige un lubricante con un pH similar al de la vagina, especialmente si estás en la menopausia, para evitar el riesgo de infecciones. Durante la menopausia, el pH vaginal tiende a ser más alcalino, por lo que es importante mantener el equilibrio.
FEvita ingredientes irritantes: Productos con glicerina, parabenos o fragancias pueden aumentar el riesgo de irritación o infecciones, especialmente si tienes sequedad vaginal severa o atrofia.
FTextura: Si prefieres una sensación más ligera, los lubricantes a base de agua son una buena opción, pero si necesitas una mayor duración, los lubricantes a base de silicona pueden ser más adecuados.
Consejos para combatir la dispareunia
Si te identificas con Marta, aquí te dejo algunos consejos para cuidar tu salud vaginal durante la menopausia:
FIncorpora probióticos vaginales: Busca suplementos diseñados específicamente para la salud íntima, con cepas de Lactobacillus que ayuden a restaurar el equilibrio vaginal.
FHidrátate y utiliza lubricantes: Aumentar tu ingesta de agua y utilizar lubricantes a base de agua durante las relaciones puede reducir la sequedad y el dolor.
FHabla con tu pareja: La comunicación abierta con tu pareja es clave para superar estos momentos. No temas expresar cómo te sientes y qué necesitas para sentirte cómoda.
FConsulta a un profesional: Si el dolor persiste, no dudes en consultar con tu médico o ginecólogo. A veces, puede ser necesario complementar el tratamiento con hormonas o terapias adicionales.
Consejo: No guardes silencio
Querida lectora, si has sentido dolor durante las relaciones sexuales, recuerda que no estás sola. La menopausia trae consigo cambios naturales que pueden ser desafiantes, pero no tienen por qué definir tu vida. Cuida tu microbiota, comunícate con tu pareja y, sobre todo, no dejes que el silencio te haga cargar con un peso que no te corresponde. Tu salud íntima es fundamental para tu bienestar general, ¡y está en tus manos cuidarla!
¿Y si no es suficiente solo con lubricantes y probióticos para eliminar el dolor en las relaciones sexuales? ¿Qué más puedo hacer? ¿Existe algo para aumentar la libido?
Te lo contaré en el próximo artículo… pero si tienes dudas puedes enviarme un email a hola@mariajulve.com y te ayudaré.
Y recuerda: «Esta es tu oportunidad para cuidar de ti y comenzar a llenar tu hucha de salud día a día». ¡Si quieres que todo siga como a los 40, tienes que empezar a cambiar las cosas! A los 40, pero también a los 50 y 60, empieza a ahorrar en salud. Será la mejor inversión de tu vida.
¡Cuidando de Ti, de dentro hacia fuera!