Querida lectora,
Hoy quiero invitarte a una conversación íntima, como esas charlas largas que transforman una tarde cualquiera en un recuerdo eterno. Quiero hablarte de algo más que síntomas y soluciones: quiero hablarte de Vivir por ti.
Y para ello, voy a compartir contigo una historia muy personal. No es sobre gurús de la autoayuda ni expertos en bienestar, sino sobre alguien mucho más cercano.
Te voy a hablar de mi madre. Mi verdadera musa.
Ella no era especialista en salud ni influencer del bienestar, pero desde que tengo memoria, me transmitió valores y hábitos que, sin saberlo, me prepararon para cada etapa de mi vida. Y ahora, en plena postmenopausia, encuentro en su ejemplo una guía invaluable.
Mi madre era una luchadora incansable. Siempre en movimiento, siempre dispuesta a buscar soluciones incluso en los momentos más difíciles. Recuerdo especialmente su batalla contra el cáncer. Nunca permitió que la adversidad la definiera. Cuando falleció a los 52 años, algo cambió en mí.
Esta semana he cumplido 58 años y ya hace seis que siento que estoy viviendo dos vidas: la suya y la mía. Cada día, lucho por cuidar mi salud física y emocional porque sé que mi madre lo habría querido así. Y es por eso que quiero compartir contigo algo importante: este es nuestro momento.
La menopausia no es solo una etapa de cambios físicos; es una oportunidad para reinventarnos, para soltar lastre y cuidarnos de una manera que tal vez nunca hemos hecho antes.
Es cierto que hemos sido muchas cosas para muchas personas: madres, esposas, hijas, cuidadoras. Pero ahora es el momento de mirar hacia dentro y preguntarnos: ¿qué necesitamos para nosotras mismas?
Aquí tienes algunas claves para empezar:
Vivir por ti: una guía para soltar y cuidarte
1. Limpieza emocional: libérate para avanzar
Igual que ordenas tu casa cuando necesitas espacio, es hora de ordenar tu vida emocional. Suelta esas relaciones que no te nutren, las culpas que arrastras y los «deberías» que nunca te pertenecieron. Aprende a decir «no» sin miedo y sin culpa. Haz hueco para la paz y el bienestar que tanto mereces.
2. Tu cuerpo, tu templo: prioriza tu salud
Este es el momento de construir la base para los próximos años. Apuesta por alimentos que nutran de verdad:
- Verduras y frutas de colores vivos que llenen tu plato de antioxidantes.
- Grasas saludables como el aguacate, las nueces y el aceite de oliva, que son verdaderos aliados para el corazón y la mente.
- Suplementos personalizados, adaptados a tus necesidades, para reforzar tu cuerpo desde dentro.
Y recuerda mover tu cuerpo: no como una obligación, sino como un acto de amor hacia ti misma. Camina, baila, haz yoga, lo que te haga sentir viva.
3. Reconecta contigo: ¿qué te hace feliz?
¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo por el placer de hacerlo? Lee, escribe, pinta, o simplemente siéntate en silencio con una taza de té. Haz que este tiempo contigo misma sea sagrado. No es egoísmo; es autocuidado, y lo necesitas para seguir dando lo mejor de ti.
4. Queda con tus amigas: el poder de la conexión
La menopausia puede sentirse solitaria si la vivimos en silencio, pero poderosa si la compartimos. Habla con otras mujeres, únete a grupos, busca inspiración en quienes están en la misma etapa. No tienes que recorrer este camino sola.
5. Haz una promesa: vive por ti
No dejes para mañana el cuidado que mereces hoy. La menopausia es una invitación a tomar las riendas de tu vida, a reinventarte y a decidir qué historia quieres escribir en este nuevo capítulo.
6. Busca ayuda profesional: no tienes que hacerlo sola
A veces, la carga que sentimos durante la menopausia no se aligera solo con fuerza de voluntad. Es importante recordar que no estamos diseñadas para enfrentar todo solas, y no hay vergüenza en pedir ayuda.
Busca profesionales que te guíen tanto en los síntomas físicos como en los emocionales. Un ginecólogo especializado en menopausia, un nutricionista que entienda tus necesidades, una farmacéutica que te guíe con la suplementación,o un coach emocional con quien puedas hablar abiertamente.Todos pueden marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.
Recuerda que la menopausia no tiene que ser una batalla en solitario. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino un acto de sabiduría. No hay necesidad de sufrir en silencio ni de conformarse con una calidad de vida que no te haga sentir plena. Hay soluciones, y hay personas dispuestas a ayudarte a encontrarlas.
Querida lectora, este es tu momento. Como mi madre me enseñó, no se trata solo de enfrentar los desafíos, sino de cómo te levantas para seguir adelante.
Te invito a mirarte al espejo y decirte con firmeza: «Soy mi mejor inversión. Viviré por mí».
Para una suplementación personalizada con las mejores marcas avaladas por la ciencia, puedes enviarme un email a hola@mariajulve.com y te ayudaré.
Y recuerda: «Esta es tu oportunidad para cuidar de ti y comenzar a llenar tu hucha de salud día a día». ¡Si quieres que todo siga como a los 40, tienes que empezar a cambiar las cosas! A los 40, pero también a los 50 y 60, empieza a ahorrar en salud. Será la mejor inversión de tu vida.
¡Cuidando de Ti, desde dentro hacia afuera!