Manuel Viso, médico, advierte sobre lo que no debes hacer cuando comes un plátano

Plátanos. | Pixabay - stevepb

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En la rutina diaria de pelar frutas como plátanos y mandarinas, muchas veces descartamos partes como los hilos del plátano o la piel blanca de los cítricos sin darnos cuenta del tesoro nutricional que estamos desechando. Estos componentes, aunque menos atractivos a la vista, están cargados de nutrientes esenciales y compuestos bioactivos con múltiples beneficios para la salud.

Manuel Viso, un médico que comparte conocimientos sobre salud en redes sociales, señala que los hilos del plátano, técnicamente conocidos como paquetes de floema, son en realidad estructuras vasculares que transportan nutrientes esenciales durante el desarrollo de la fruta. A pesar de su textura fibrosa y su aspecto menos apetecible, estos hilos son una fuente rica en fibra dietética, potasio, magnesio y vitamina C. "Esos son los vasos sanguíneos del plátano, donde se realiza el aporte de nutrientes del plátano", explica Manuel Viso.

La fibra encontrada en los hilos de plátano no solo facilita la digestión sino que también promueve la salud intestinal, contribuyendo a la prevención del estreñimiento y al mantenimiento de un microbioma intestinal equilibrado. Además, el potasio, abundante en los plátanos, es crucial para la salud cardiovascular, ayudando a regular la presión arterial y a minimizar el riesgo de enfermedades cardíacas.

Asimismo, el mesocarpio blanco de las cáscaras de cítricos, a menudo descartado, es rico en flavonoides y tiene propiedades antiinflamatorias. Estos compuestos no solo fortalecen el sistema inmunológico sino que también pueden jugar un rol en la reducción del riesgo de ciertas enfermedades crónicas.

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