La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a una mujer a dos años y un mes de prisión por estafar más de 700.000 euros a una entidad bancaria mediante facturas falsas.
La mujer también deberá pagar una multa de 540 euros además de devolver el dinero estafado al banco, exactamente 725.510 euros.
Para cometer la estafa, la mujer aprovechó un contrato de financiación a corto plazo ('factoring') mediante el que presentaba facturas falsas simulando pedidos y suministros materiales.
La mujer era la accionista mayoritaria y administradora de dos empresas y en julio de 2007, con una y en junio de 2009, con otra, suscribió un contrato con el que descontaba las facturas emitidas por la prestación de servicios a terceros, que luego el banco se ocupaba de cobrar.
Así, a partir de 2011, la mujer, con ánimo de obtener un provecho patrimonial, presentó «en múltiples ocasiones» facturas mendaces consiguiendo de la entidad bancaria una cantidad aproximada de «700.000 euros que incorporó a su patrimonio y no ha devuelto».
Inicialmente, la Fiscalía pedía una prisión de cuatro años y una multa de más de 2.000 euros por delitos de estafa y falsedad documental. En el juicio, celebrado hace dos semanas en la Audiencia, las partes llegaron a un acuerdo y finalmente se rebajó esta petición.
La mujer consumía alcohol y drogas en una cantidad que disminuía, pero no anulaba, su capacidad volitiva; además, reconoció desde el primer momento los hechos. Por ello, se han apreciado las atenuantes de confesión y de drogadicción.