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La importancia del colesterol y los triglicéridos para la salud

Saber sus diferencias es clave para manejar tu salud cardiovascular

Si queremos tener una buena salud es fundamental alimentarse bien | Sasha Lopyrev

| Palma |

En el mundo de la salud cardiovascular, los términos «triglicéridos» y «colesterol» a menudo se usan de manera intercambiable, pero es importante comprender que son dos tipos diferentes de lípidos con roles distintos en el cuerpo. Aunque ambos son esenciales para nuestra salud, niveles altos de cualquiera de ellos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Aquí exploramos sus diferencias y cómo puedes trabajar para mantener sus niveles bajo control.

¿Qué son los triglicéridos?

Son el tipo más común de grasa en el cuerpo y funcionan como una importante fuente de energía. Son creados por el cuerpo a partir de las calorías extras que consumimos, especialmente de alimentos altos en carbohidratos. Cuando consumes más calorías de las que tu cuerpo necesita, estas adicionales se convierten en triglicéridos y se almacenan en tus células grasas. Posteriormente, las hormonas los liberan para obtener energía entre las comidas.

¿Y el colesterol?

Es una sustancia cerosa que es vital para la formación de células saludables y algunas hormonas. A diferencia de los triglicéridos, el colesterol es utilizado por el cuerpo para construir células y producir vitaminas y otras hormonas esenciales. Se encuentra en alimentos de origen animal y también es producido por el hígado. Pero tener un exceso de colesterol «malo» (LDL) puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Aunque tanto los triglicéridos como el colesterol son lípidos que circulan en la sangre, sus funciones y los riesgos que conllevan son diferentes. La principal diferencia entre los dos radica en sus funciones y estructuras. Mientras que los triglicéridos se almacenan para energía, el colesterol es un componente estructural de las células. Además, el colesterol se divide en dos categorías: LDL (colesterol «malo») y HDL (colesterol «bueno»). Los triglicéridos no tienen estas subcategorías.

Niveles elevados de triglicéridos pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y pancreatitis, mientras que el colesterol alto puede llevar a la acumulación de placas en las arterias (aterosclerosis), lo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Cómo reducir los niveles de triglicéridos y colesterol

Dieta saludable: Reducir la ingesta de grasas saturadas y trans, que se encuentran en alimentos procesados y fritos, es fundamental. Prioriza una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y fuentes saludables de proteínas como pescado y legumbres.

Ejercicio regular: La actividad física ayuda a aumentar el colesterol HDL y a disminuir los triglicéridos y el LDL. Apunta a al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana.

Mantener un peso saludable: Perder peso puede reducir los triglicéridos y mejorar los niveles de colesterol. Incluso una pequeña pérdida de peso puede tener un impacto significativo.

Limitar el alcohol: Contiene calorías y azúcares que pueden aumentar los triglicéridos. Limitar o evitar esta sustancia puede ayudar a mantener estos niveles bajo control.

No fumar: Fumar disminuye el colesterol HDL y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.

Controlar la diabetes: Si tienes diabetes, mantener el azúcar en sangre bajo control es crucial para manejar los niveles de triglicéridos y colesterol.

Medicación: En algunos casos, puede ser necesario el uso de medicamentos para controlar los niveles de triglicéridos y colesterol. Siempre consulta con tu médico para un plan de tratamiento adecuado.

Entender la diferencia entre triglicéridos y colesterol es fundamental para manejar adecuadamente sus niveles. Si bien ambos son importantes para la salud, sus niveles elevados pueden aumentar significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas. Afortunadamente, a través de una dieta equilibrada, ejercicio regular y un estilo de vida saludable, es posible mantener estos niveles bajo control y proteger la salud del corazón. En caso de dudas o si se presentan niveles elevados de forma consistente, es importante consultar con un médico.

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