La alopecia es un problema que sufre un 42.6% de la sociedad española, según el ranking publicado el verano pasado por World Population Review, un porcentaje muy similar a República Checa, que un 42.795 de hombres adultos son calvos.
Hay formas y tratamientos que pueden hacer que se frene la alopecia, como la injerta de pelo o aplicar un tratamiento más prolongado, ya que el pelo se va haciendo más fino por la enzima DHT, relacionada con la testosterona, lo provoca.
Karl Koehler, biólogo en la Universidad de Harvard, cultivó hace una década un tipo de célula madre que está en el oído, que con el tiempo los investigadores vieron que a su alrededor se formaban parches de piel y con el tiempo pelo.
También en la Universidad de California, el investigador Marksin Pilkus, en un estudio, comprobó que las células papila dérmica, que son esenciales para que crezca el pelo, estimulan el crecimiento. Se desconoce cuál es la molécula activadora, pero se resalta la SCUBE3, porque hace que el cabello empiece a crecer de nuevo. Ahora, se considera que los se puede inyectar esta molécula o en vacunas que modificarían el ARN de dicha molécula. La empresa Amplifica ha empezado los ensayos para ver si funciona este tratamiento.
La Sociedad Española de Restauración Capilar se muestra todavía reticente porque aún está en fase de investigación. Por su parte, Pilkus apunta que la gente que sufre alopecia, según señala Onda Cero, que «la creciente comprensión de las señales que impulsan el crecimiento y la caída del pelo».