Yurena es de La Paterna (Gran Canaria) y lleva de okupa desde hace nueve años, aunque no se lo considera al haber pasado tiempo. Tiene dos hijas y dice que la vida no le ha tratado bien y que «poco a poco» está solventado sus problemas y pagando algunas cosas.
«Llevo nueve años. Tengo la luz y el agua a mi nombre. Pago mi comunidad. El que algo quiere, algo le cuesta. No nos lo ponen tan fácil como en otros países», afirma en una entrevista para ‘Esto puede salir mal’.
Según detalla en esta entrevista, la decisión de ser okupa la tomó porque vivía con su abuela y al tener a sus dos hijas el espacio en dicha vivienda era «ridículo». «Tampoco tiré la puerta abajo. Me dijeron 'tengo la llave de esta casa, dame tanto' y me la llevé. La arreglé un poquito como pude. Es verdad que aún le faltan cositas, pero al no estar a mi nombre…», puntualiza
Asimismo, Yurena indica que la casa tenía propietarios, pero que estaba cerrada desde hacía tiempo. «Según tengo entendido fallecieron y un sobrino que tenían se quitó la vida. Llevó ahí casi nueve años y de momento bien. Espero que nadie me eche. No creo que puedan conseguirlo porque bastante me costó y no molesto a nadie. Voy a lo mío», manifiesta.
Según la okupa, los vecinos «están de acuerdo» y que incluso le intentaron entrar en su casa y otra vecina le avisó de lo que estaba sucediendo. «Imagínate que llegan entrar en ese momento, ¿qué hubieran hecho? Tengo a mi perro ahí y todo. Fue a pleno día, a las 17.00 horas. Los vecinos también están asustados porque fueron a lo salvaje», explica.
Yurena dice que se considera «buena gente» y por ello tiene ayuda de los demás. Asimismo, detalla que «faltaría un poquito más de humildad». «La sociedad no está podrida, pienso que nos pudren», sentencia.