El juez José Espinosa ha decidido archivar la causa del denominado «caso Prensa Pitiusa», un asunto que provocó la dimisión forzada de Marienna Sánchez Jáuregui como alcaldesa de Vila. No hay caso, no hay delito, no hay publicidad irregular, pese a quien pese y se repita las veces que se repita.
Desde el primer momento se defendió, y la difusión de los whatssaps lo demostraron, que hubo una conspiración contra Marienna Sánchez Jáuregui de sus propios compañeros de partido. Los mensajes lo demostraron, pero incluso Joan Mayans, ex edil del PP, lo declaró públicamente. Dijo que la comisión de investigación del denominado «caso Prensa Pitiusa» fue un paripé.
De un error administrativo se creó una causa penal con fines políticos, dirigida por el PSOE con la ayuda inestimable de muchos de los concejales del gobierno PP-PREF que no querían a Marienna Sánchez Jáuregui como alcaldesa de Vila. Sin embargo, por el camino ha habido muchos heridos.
Esta empresa editora ha tenido que soportar cientos de informaciones dando por hecho un delito que, según el juez que ha estudiado la causa, no existe. ¿Quién manipula? ¿Cómo se compensa todo el daño hecho durante meses y meses? ¿Qué pasa con las decenas y decenas de portadas donde se dañaba la imagen de Prensa Pitiusa? Incluso este diario inició su periplo periodístico con el estigma de aquel caso.
No estaría mal que alguien se disculpase ante todos aquellos que no están en la disputa política, ni quieren estar, y que solo intentan crear puestos de trabajo. No todo vale en política, ni tampoco en periodismo. El tiempo, afortunadamente, pone a cada uno en su sitio. Ya lo advertimos hace poco. Han hecho falta muchos meses, pero por fortuna la verdad siempre sale a la luz.
Ahora solo falta ver que algunos hagan autocrítica y, sobre todo, pidan perdón. No conviene olvidar tampoco que aquel paripé supuso alterar la voluntad popular. Los ciudadanos, para bien o para mal, eligieron como alcaldesa a Sánchez Jáuregui, que pudo equivocarse, como la mayoría de políticos, pero no ha cometido ningún delito.