La asamblea de hoteleros de Sant Antoni ha constatado un cambio importante en el sector turístico. Los pisos que se comercializan en portales como Airbnb se han convertido en una competencia muy a tener en cuenta, que incluso ha obligado a los hoteleros a rebajar precios. Se cifra que algunos empresarios han tenido que ofertar sus camas un 35 por ciento más baratas que hace un año. Sin duda, un porcentaje más que significativo.
Regular el sector. El turismo está cambiando sustancialmente en este mundo globalizado. Los turistas prefieren irse de vacaciones varias veces al año en lugar de un mes entero y muchos de ellos apuestan claramente por los pisos turísticos o las viviendas vacacionales. En el caso de Sant Antoni, obviamente, el turismo que elige el municipio opta por pisos turísticos. Y la señal de alarma se ha encendido entre los hoteleros. Airbnb, ahora mismo, es un fuerte competidor de los hoteles tradicionales. Sin duda, este aspecto debería hacer reflexionar a los hoteleros, más allá de la regulación de los pisos turísticos, pendiente de una ley que se encuentra tramitándose en el Parlament.
Modificar la oferta. Los hoteleros deberían reflexionar los motivos por los cuales los turistas apuestan por los pisos turísticos en lugar de la oferta tradicional. Uno de los motivos podría ser el precio, pero en el caso de Ibiza este tipo de oferta vacacional cada vez se cotiza más al alza. Los pisos permiten una cierta libertad de movimientos a los turistas, que llegan a sus destinos con una mayor información. Por lo tanto, y más allá de reclamar que no se legalice el alquiler de pisos particulares a turistas, los empresarios hoteleros deberían analizar qué quieren los turistas y actualizar sus ofertas. Solo así volverán a ser competitivos y no tendrán que bajar precios cuando, precisamente, se está hablando de una temporada récord en llegada de visitantes.