La crisis del hospital residencia asistida de Cas Serres ha demostrado un hecho de forma clara y fehaciente: Lydia Jurado no puede ser consellera del gobierno insular. La problemática con los trabajadores no la ha sabido manejar en ningún momento, ha sido desautorizada por el propio presidente Vicent Torres, y hasta los diputados de Podemos se han desmarcado de su gestión impulsando una iniciatva política en el Parlament que desde el punto de vista legal no tiene la fuerza necesaria para cambiar la situación, pero desde el punto de vista político revela que se han visto obligados a hacer algo para amortiguar el daño tremendo que la gestión de Jurado está haciendo a los podemitas. Visto que no tiene el apoyo de trabajadores, la desautoriza Torres y también Podemos, ¿qué necesita Jurado para dejar su cargo y marcharse?
Capacidad: lo mínimo.
Lydia Jurado pertenece a Podemos, un partido que tenía que regenerar la vida política, cambiar las cosas, sobre todo en temas sociales, y gobernar de forma diferente a PP y PSOE. Sin embargo, algunos de sus representantes se han empeñado en demostrar que son un partido más, y que además no tienen ninguna experiencia en gestión, lo que les hace cometer errores de bulto. Jurado ha sumado error tras error esta legislatura. Recordemos, por ejemplo, su decisión de presentar el último día hábil del año la documentación para pagar las subvenciones sociales, lo que provocó la indignación de las asociaciones. Y de Cas Serres no hace falta hablar: su gestión ha sido un desastre absoluto.
Podemos contra Jurado.
Para gestionar dinero público no basta con pertenecer a un partido y decir que se cambiará todo. Hay que estar preparado, tener capacidad de gestión, y sobre todo, ser dialogante. Y sobre todo, hay que ser capaz de solucionar los problemas, no de crearlos. Jurado, por desgracia, no cumple ninguno de estos requisitos y solo tiene un camino posible: dimitir y marcharse a su casa.