El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza ha decretado el sobreseimiento provisional del caso La Vida Islados por el que se investigaba al presidente del Consell de Eivissa, Vicent Marí. El caso comenzó en diciembre de 2022 cuando la Fiscalía Anticorrupción dio por buena una investigación de la ya desaparecida Oficina Anticorrupción, dirigida por un militante socialista, contra Marí. El magistrado considera que las pruebas y testificales analizadas durante dos años demuestran ampliamente que el presidente Vicent Marí no cometió ninguno de los delitos de prevaricación, tráfico de influencias y coacciones de la actual interventora de la institución María Ana Tur Díaz.
Investigación.
Vicent Marí ha permanecido imputado durante dos años por la contratación de una campaña turística por la vía de emergencia con un coste de 250.000 euros a la productora Fuera de Escena. El juez entiende que los testigos han confirmado que la contratación fue hecha bajo criterios de legalidad. Respecto al posible delito de tráfico de influencias, el juez advierte de que el relato de la Oficina Anticorrupción, creada por el Govern de Francina Armengol, se basó en «vagas sospechas iniciales».
Campaña del PSOE.
Por lo tanto, el juez ha dado validez a los argumentos de Marí y a la defensa del gobierno del Consell d’Eivissa. Es decir, la contratación de la campaña se hizo bajo criterios legales y técnicos en un escenario de emergencia general por el Covid. Sin embargo, el PSOE utilizó todos los instrumentos a su alcance para intentar lograr en los juzgados lo que no podía conseguir a través de las urnas. Recurrió de manera espuria la partidista y sectaria Oficina Anticorrupción para dañar la reputación de Vicent Marí y reclamó en innumerables ocasiones la dimisión del presidente ibicenco por su imputación. Mientras dirigentes socialistas participaban en tramas de corrupción durante la pandemia y se forraban con contratos millonarios, el PSOE ibicenco centró todos sus esfuerzos políticos en ganar en los tribunales lo que sabía que nunca podría conseguir en unas elecciones. El fracaso ha sido doble: en las urnas se produjo en 2023 y ahora en los tribunales de manera contundente. Los que pedían con tanta insistencia la dimisión de Vicent Marí deberían ahora dar la cara.