Había una expectación en conocer el nuevo equipo de Gabriel Le Senne en la dirección de Vox y finalmente se confirmaron las noticias que apuntaban a que el general Fulgencio Coll, uno de los activos más potentes de la formación ultra, sería eliminado de la cúpula. La nueva dirección estará formada por Melina Merki, Ricardo Camuñas, María José Verdú y David Gil, un equipo de confianza de Le Senne, aunque a nadie se le escapa que la mano de Madrid ha estado muy presente en la confección del equipo y que Santiago Abascal, tiene ahora un control total de lo que sucede en las Islas. De hecho, hasta la fecha, Vox Baleares era una especie de reino de taifas, donde confluían distintas corrientes y los enfrentamientos internos eran atroces. Con la caída de las principales figuras del partido, en los últimos dos años, Vox se ha ido centralizando de manera paulatina pero también imparable. En este punto es preciso recordar el cambio gestado desde Madrid retirando a la ibicenca Patricia de las Heras de la dirección en Baleares. Lejos de criticar la decisión de Madrid, De las Heras, que mantiene su escaño como diputada en la Cámara balear, afirmó en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera que deja el cargo al frente de la formación en las Islas en un momento en el que VOX «es fuerte y está consolidado» en el archipiélago. «Me han han necesitado hasta hace dos días y yo estoy muy agradecida por haber podido prestar este servicio tanto a Baleares como a España», explicó y añadió que desea que Le Senne «tenga una dedicación plena al cargo».
El general
Es indiscutible que Abascal ha preferido a un soldado fiel a un general, un detalle que deja al descubierto la estructura vertical del partido y que abre ciertas dudas sobre el futuro de Coll en Vox. Militar de prestigio y con una trayectoria intachable, Fulgencio Coll obtuvo millares de votos en las últimas elecciones municipales. Ayer decidió guardar silencio y no quiso entrar a valorar la maniobra gestada por Le Senne, que será juzgado por un delito de odio.
Impacto
Aunque casi todas las encuestas revelan un crecimiento de la extrema derecha, los interrogantes que envuelven a la figura de Fulgencio Coll tras ser apartado de la dirección del partido implican un episodio más en la cruenta guerra que se libra en el partido desde hace muchos meses.