El Ministerio de Justicia ha desvelado los detalles de la mayor transformación en más de un siglo que afrontará la organización judicial en España. De un juzgado para cada juez con sus funcionarios, a un único tribunal de instancia en la que todos trabajan para todos. Lo regulado por la Ley de Eficiencia entrará en vigor en Inca y en Manacor en octubre y en Palma, Ibiza y Menorca el 31 de diciembre.
Dudas y esperanzas.
La reforma responde a al objetivo de conseguir hacer más con menos. En teoría diluir la frontera entre oficinas permitirá un reparto más eficiente del trabajo y optimizar los recursos humanos en una administración, como es la Justicia, con históricos problemas de retrasos. En la práctica, queda por ver si esto será posible o contruibuirá al caos. Solo en Baleares las causas pendientes cada año pasan de los 100.000 asuntos. También permitiría aumentar el número de jueces, donde está uno de los tapones, sin necesidad de incorporar para cada nuevo magistrado una oficina completa. Las críticas al cambio apuntan a una improvisación por parte del Ministerio y a múltiples dudas sobre cómo van a funcionar y a coordinarse oficinas amplias y cómo jueces y magistrados van a poder mantener el control jurisdiccional en este nuevo escenario.
Siempre los medios.
Abona esas dudas el hecho de que el Ministerio no va a dotar de más medios ni a gastar en esta reforma, algo incomprensible en partidas judiciales como Ibiza, donde aún están por concluir los nuevos Juzgados. No habrá siquiera obras para adecuar las oficinas actuales y adaptarlas a la nueva situación. Es la reclamación eterna de más fondos para la Administración de Justicia. Cuando hay retraso, el ciudadano afectado tiende a culpar a jueces y funcionarios y no al Ministerio. En Baleares existe una peculiaridad más: la falta de transferencia de las competencias. Es de las pocas autonomías que no han asumido la Justicia ni existen visos de que eso ocurra a medio o largo plazo. Así, se avecinan meses complicados en los juzgados y un otoño de mucho coordinar y negociar.