El actual sistema de financiación autonómica -aprobado en 2009 con el voto a favor de las autonomías del PSOE, así como Cantabria y Canarias, y la abstención del PP, caducó en 2014- sigue castigando a Balears. Tras varios años en la media de lo que reciben las comunidades autónomas o incluso ligeramente por encima, el 2026 los ciudadanos de las Islas tendrán, cada uno de ellos, 313 euros menos que la media nacional. El Govern Prohens tendrá 388 millones menos de los que le corresponderían a Balears. Los datos por habitante reflejan cómo opera este sistema caducado, que perjudica al Archipiélago. Balears recibirá el año que viene 4.191 millones de euros, 3.366 euros por habitante, cuando la media para toda España es de 3.680 euros. La Comunitat Valenciana, Murcia y Madrid salen peor parados que las Islas. Hay otro aspecto negativo para Balears: todas las autonomías incrementarán el 2026 sus recursos, pero las Islas vuelven a estar a la cola, ya que sus ingresos aumentarán un 4,2 por cien con respecto a los de 2025.
Una fórmula prescrita e ineficaz
Once años después de haber prescrito, la fórmula que regula la financiación impide el eficaz funcionamiento del Estado de las Autonomías. Las transformaciones sociales y los cambios demográficos provocan que este modelo no sea operativo con unas disfunciones que acarrean graves consecuencias políticas y económicas, con un grave perjuicio para esta región insular.
Reclamación conjunta Govern-oposición
El nuevo sistema de financiación autonómica es un asunto guadinesco en la agenda del Gobierno: aparece y reaparece, pero nunca se afronta ni se soluciona. Balears padece una infrafinanciación injusta, que nos perjudica al no garantizar los recursos necesarios para los servicios públicos de la sanidad, la educación y las inversiones en infraestructuras. La escasa influencia de Balears en Madrid guarda proporción con su mala financiación, que debe motivar una reclamación conjunta Govern-oposición.