Adolfo Utor, el audaz empresario que en 1998 fundó Baleària con un grupo de ejecutivos y oficiales de la antigua Flebasa, ha dado un paso decisivo en la concentración del transporte marítimo de España al cerrar dos acuerdos con Armas Trasmediterránea para adquirir su actividad en los tráficos de Canarias y el mar de Alborán, además de una parte del Estrecho. El cierre de esta doble operación, que situará a Baleària como la primera naviera española, está pendiente de las resoluciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La naviera de Utor consigue la actividad empresarial, rutas, activos -quince buques- y una plantilla de 1.500 trabajadores distribuidos en Canarias, Península, Argelia y Alborán, junto con el negocio de transporte terrestre. Un segundo acuerdo agrupa los activos y empleados en las rutas del Estrecho, que se reparten Baleària y el operador danés de ferrys DFDS. Según el presidente de la naviera con sede en Denia, «estos importantes acuerdos permitirán alcanzar el tamaño y la capacidad para competir en un mercado con grupos trasnacionales de gran tamaño y fortaleza financiera, y garantizar la estabilidad de los servicios marítimos y del empleo».
Posición clave en Balears
Tras la absorción de Trasmediterránea, Isnasa, Iscomar, Contenemar, y ahora el acuerdo de Armas y Baleària, la naviera presidida por Utor confirma su posición clave en el transporte marítimo de Balears. Baleària generó en 2024 un resultado bruto de explotación de 130 millones de euros con 5,6 millones de pasajeros, 550.000 camiones transportados, y una cifra de negocio de 691 millones de euros.
Competencia y libre mercado
Las rutas marítimas desempeñan un carácter estratégico en una región insular como Balears. La naviera Baleària ya desempeña un papel fundamental en la vertebración del archipiélago. Es preciso garantizar la competencia y el libre mercado en este sector económico.