La falta de vivienda a precios asequibles en Ibiza y Formentera no es ninguna novedad sino un problema que se va agravando con el paso del tiempo y del que, por desgracia, hay quienes se aprovechan para lucrarse de la desgracia ajena. Es lo que les ha pasado a al menos una decena de personas, que pagaron precios a partir de 600 euros y hasta 1.500 euros por habitaciones en una vivienda de ses Salines. En esta vivienda llegaron a vivir una más de una decena de personas, pues la inquilina había hecho divisiones de espacios en las zonas comunes para ‘sacar’ habitaciones que seguir subarrendando de forma ilegal. Los estafados calculan que esta persona podría haber ingresado en negro grandes cantidades de dinero. De un día para otro, este grupo de personas se enteró de que tenían que abandonar la vivienda, pues la realidad es que la inquilina había estado subalquilando las habitaciones a espaldas de los propietarios de la casa, a quienes no pagaba.
Estafas.
La vivienda en alquiler es de lo más demandado en Ibiza, precisamente por la escasa oferta disponible y porque la isla sigue generando miles de puestos de trabajo que atraen a gente de todo el mundo. Las autoridades recomiendan siempre desconfiar de las ofertas que puedan resultar más atractivas, así como de quienes piden una señal por adelantado sin dejar ver el piso, entre otras prácticas que son habituales para estafar a la gente. Tampoco se recomienda el pago en mano y si éste se produce siempre hay que pedir recibo.
La realidad.
Con el metro cuadrado disparado tanto en comprar como en alquiler, actualmente se están alquilando habitaciones por 1.000 euros en la isla y ya se ha establecido como ‘normal’ pedir 1.500 euros o más por pisos de una o dos habitaciones. A ello se añade que también se ha extendido la práctica del subarriendo, que hincha aún más si cabe el precio de la vivienda. La Administración pública está intentando paliar este déficit de vivienda asequible, pero quizá parte de la solución pueda estar en rechazar pagar los actuales precios de mercado, algo a todas luces difícil de que pase pues la isla sigue generando miles de puestos de trabajo cada año.