De un tiempo a esta parte, coincidiendo con el estallido del llamado ‘caso Koldo’ y, sobre todo, de las evidencias de conductas muy reprochables por parte del exministro José Luis Ábalos con distintas mujeres, se han sucedido las denuncias por escándalos sexuales o por acoso contra dirigentes socialistas. El exasesor de Moncloa, Paco Salazar, acumuló una serie denuncias que llegaron a Ferraz, por su comportamiento machista intolerable, pero durante meses la dirección socialista no tomó medidas y tampoco llevaron el asunto a la Fiscalía. La secretaria de Organización socialista, rebeca Torró, ha reconocido que las acusaciones son «gravísimas», defendiendo que «nadie en la organización ha tratado de encubrir ni tapar ningún caso». Pero no son los únicos casos. Antonio Navarro, secretario general del PSOE en Torremolinos; Javier Izquierdo, miembro de la dirección Federal y ex delegado del Gobierno en Castilla y León; Toni González, vicesecretario del PSOE en Valencia y José Tomé, expresidente de la Diputación de Lugo, se han visto implicados en otros tantos asuntos de supuesto acoso sexual.
Díaz pide una remodelación de Gobierno.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha reclamado esta semana a sus socios socialistas una «remodelación profunda» del Gabinete y ha asegurado que se ha comunicado ya con el presidente Pedro Sánchez. «Así no podemos aguantar», ha reconocido la ministra de Trabajo y líder de Sumar, indignada con la situación. La política ha exigido un cambio «de arriba a abajo» para que la corrupción y las denuncias sexistas no acaben ahogando al Gobierno. Sin embargo, no es la primera vez que la vicepresidenta Yolanda Díaz plantea una especie de ultimátum a Pedro Sánchez y, con el paso de los semanas, se diluye en el tiempo y no impulsa ninguna acción para realmente exigir cambios.
Denuncias también al PP.
Pero también el alcalde de Algeciras y senador, José Ignacio Landaluce, ha decidido suspender su militancia en el Partido Popular tras ser denunciado por una serie de supuestos episodios de acoso sexual a mujeres. Un caso que, curiosamente, los socialistas de esa localidad han llevado a Fiscalía meses después de que se supiera en posiblemente un intento de desviar la atención de la expansión del me too en el PSOE.
Lo que está realmente claro es que no hay duda de que el sistema está fallando y que no se ha actuado a tiempo en todos estos casos.