Nos encontramos en las fiestas patronales, unas fiestas que se extienden por las Islas de Ibiza y Formentera y que son marcadas cada año por las fechas del 5 de agosto, fiesta de la Virgen de las Nieves y el 8 de agosto, fiesta de San Ciriaco, diácono y mártir.
Las fiestas patronales nos recuerdan un hecho importante del pasado, tan importante que es recordado cada año; nos animan a vivir ese hecho también en el presente y deben estimular el compromiso individual y común de conservar y defender los principios que se derivan de aquellos hechos.
Es bien sabido y ha de ser transmitido a las nuevas generaciones que el 8 de agoto del año 1235 –han pasado ya más de siete siglos- las tropas cristianas y catalanas entraban en Dalt Vila por la zona donde ahora hay una pequeña capilla dedicada a San Ciriaco y, con ese hecho, nuestras islas recuperaban su tradición cristiana haciendo que fuera una de las muestras de nuestra identidad. Como bien escribía Monseñor Isidor Macabic, con ellas nuestras Islas adquirieron "fe, llengua i religio".
Así las fiestas este año y siempre han de recordárnoslo y comprometernos a vivirlo, conservarlo y transmitirlo a las nuevas generaciones. Con el 8 de agosto comenzaban así los siglos de vida cristiana en los pueblos de Ibiza y Formentera, en los campos, en las familias, en los grupos sociales; la vida cristiana animó y configuró la vida de los habitantes de nuestras Islas y así hasta nuestros días.
Esas tropas cristianas que entraron en Ibiza en 1235, dirigidas por Guillem de Mongrí, Arzobispo electo de Tarragona y canónigo de la Catedral de Girona, Pere de Portugal y Numó Sanç, vieron este acontecimiento como un designio admirable de Dios y, de ese modo, vieron como protector de estas Islas a San Ciriaco, cuya fiesta litúrgica se celebraba en Roma ese día.Además, las tropas cristianas habían decidido que estas Islas serían puestas bajo el patronazgo de la Virgen María bajo la advocación que se celebrase en el día más cercano a la entrada en Vila. Como ocurrió, pues, el 8 de agosto y la festividad mariana más próxima era el día 5, que se corresponde con la fiesta de la Virgen de las Nieves.
Así, pues, nos encontramos una etapa importante de la historia de nuestras Islas caracterizada por estar bajo el ampara de la Virgen, en su advocación de las Nieves y San Ciriaco.
Con la emoción y las características buenas de los ibicencos y formenterenses, siguiendo el camino iniciado hace más de siete siglos, con el amor filial de los buenos hijos de esta tierra, con la fe y la devoción propia de los católicos, celebremos pues estas fiestas.
Este año he programado que acercándose la fiesta de la Virgen, precisamente hoy, domingo 3 de agosto, la imagen de la Virgen de las Nieves recorra las calles de Vila subiendo hasta su sede, hasta su Catedral acompañada por todos los que puedan, como indicando que Ella marca nuestro camino para ir, con Ella y como Ella hacia Jesús. Os animo, pues, estimados lectores, a asistir esta tarde a la procesión a las 20,30 desde la Parroquia de Santa Cruz hasta la Catedral y que después, el día 5 participéis ene alguna de las Misas que, como es tradición se celebran ene la Catedral.
Y también el viernes 8 de agosto, fiesta de San Ciriaco, cuando a las 11 celebremos la Misa estacional en honor de nuestro Patrono y en acción de gracias, celebración que prosigue con el canto del Te Deum en el lugar que la tradición señala como el de la entrada de las tropas en Dalt Vila y prosiguiendo después hasta el homenaje a los conquistadores, todo ello acompañado con las banderas de todas las parroquias de nuestra diócesis.
Buenas fiestas a todos y que se vea que son fiestas en honor de la Virgen, de San Ciriaco y a favor de todos los habitantes de nuestras Islas, fiestas que den alegría a todos y nos comprometan no sólo a disfrutar estos días sino a vivir siempre con el espíritu que las motivaron y las conservan.