Ey ché que bueno! O malo, según se mire. Bueno porque a partir de ahora te podremos disfrutar mucho más tu pareja, tu familia y tu ahijado, el pequeño Aitor, al que se le cae la baba cuando te escucha y te mira. Y malo porque desgraciadamente, tras el partido de hoy, se marcha el árbitro de fútbol sala más importante que ha dado Ibiza y Baleares en su historia. Si, Toni Costa, no me pongas esa cara. Lo eres y punto.
Dicho esto y peloteos merecidos aparte, muchas gracias por todo. Muchas gracias por demostrarnos que un árbitro puede ser un tío normal y divertido y no ese ser extraño que sólo sirve para que todos los domingos la gente se meta con él como hobby. Gracias por demostrarme que sois humanos, por explicarme con toda paciencia infinita una y otra vez las reglas, por enseñarme a entender que el fútbol sala es un deporte tremendo y espectacular y sobre todo, muchas gracias por hacerme ver que el deporte es, sobre todo, eso, deporte. Sin fanatismo, sin ideologías... sólo algo con lo que divertirnos.
Pero sobre todo, muchas gracias por haberme abierto las puertas de tu casa una y otra vez. Por enseñarme, al igual que ha hecho mi mujer, tus padres y tus hermanos, lo importante que es tener una familia cuando tienes la tuya lejos. Así que aunque la noche que te conocí en el Mesón Abad, hace ya cinco años, me pareciste el tipo más pesado del mundo, mil y una gracias por todo Costeta. No cambies nunca y a partir de ahora disfruta de tu tiempo libre. Te lo mereces aunque el fútbol sala de la isla no será lo mismo sin ti.